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Hydrography
Laguna del Acequión
La laguna de Acequión, es un antiguo humedal cercano a la ciudad de Albacete. De su nombre, que proviene del término árabe as-saquia o acequia, entendemos que el origen de este lugar debió ser una antigua acequia o corriente de agua, ya existente en época musulmana, junto a la que se estableció un pequeño poblado.
Aunque actualmente sus dominios están secos, originariamente se trataba de una extensa masa de agua. Al acercarnos a este territorio encontramos tierras de color gris que se corresponden con formaciones de gley, muy comunes de aquellos suelos que han permanecido encharcados durante mucho tiempo. Estamos, por tanto, ante el antiguo lecho de la laguna primitiva. En la zona también hay una infraestructura, que puede ser una especie de muralla o presa, situada al final del canal y rodeada por vegetación de distinto tipo.
Los humedales como este, son típicos de lugares con abundancia de piedra caliza. En el caso que nos ocupa, la erosión diferencial produjo inicialmente el desmantelamiento de las capas calizas próximas a la superficie. Tras este suceso, las margosas se destruyeron rápidamente, hasta llegar a las arcillas impermeables situadas en el suelo de la laguna, donde se detuvo este proceso.
Según las descripciones encontradas de los maestros hidráulicos del siglo XVIII, la estructura de la laguna original era una especie de cuenca cerrada que, posteriormente sería abierta por la mano del hombre, al construirse el canal de Acequión. Esta depresión cerrada y de escasa profundidad se inundó por un efecto de succión, hasta llegar a alcanzar las aguas el nivel freático de los territorios cercanos. Al estar cerrada, no se podía evacuar el agua hacia otros espacios debido, principalmente a la existencia de una pequeña elevación situada muy cerca de la aldea de Villalba. Debido a su pequeño tamaño, el canal de Acequión logró superarla fácilmente. Una vez concluido este sistema de drenaje hubo un radical descenso en el nivel freático, lo que motivó la aparición, en la ribera sur, de los conocidos como “descolgados o veneros”.
La construcción de la presa seguramente tuvo como objetivo liberar tierras encharcadas y engrosar los caudales del Canal de María Cristina para su aprovechamiento como fuerza motriz, para regadíos o como medio de transporte.
En esta zona también encontramos los restos de un poblado ibérico de la edad de Bronce, conocido como el “crannog”.