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Cultura
Hórreos en Lobios
Se trata de una de las construcciones más características de la arquitectura rural de Galicia. Es posible toparse con alguno de estos hórreos gallegos en cualquier parte de la región -así como en zonas limítrofes de Portugal y del Principado de Asturias-. No en vano, estas construcciones están repartidas por toda la geografía gallega y se encuentran tanto a pie de playa como encaramados en los escarpados montes que rodean la región. Su primera representación gráfica data del siglo XIII, cuando aparecen en las conocidas como Cantigas de Santa María, de Alfonso X el Sabio.
Estas peculiares construcciones suelen estar realizadas en madera o en piedra. Su función tradicional es la de guardar en su interior las cosechas. Por este motivo se encuentran elevados sobre el suelo a través de pilares que, junto a las rendijas de ventilación que se encuentran instaladas en los laterales, ofrece unas condiciones perfectas de ventilación y humedad en su interior que hacen posible la conservación del maíz y los cereales, al tiempo que lo mantienen protegido de los animales. Aunque se les conoce como hórreos en la mayor parte de nuestro país –derivado del término latín horreum–, lo cierto es que en la región de la que son originales estas construcciones existen infinidad de vocablos para referirse a ellos, que varían dependiendo de la zona.
En el caso de la localidad de Lobios, en Ourense, el conjunto de hórreos se encuentra próximo a la iglesia de San Miguel. En este caso la mayoría de las construcciones son de granito y madera con cubierta de teja a dos aguas y en uno de ellos es posible apreciar una inscripción con la fecha de construcción, que indica que estos hórreos fueron edificados en el siglo XIX.