Puntos de Interés
Municipio
Rubiá
Se trata de un municipio orensano enclavado en el entorno del parque natural de serra da Enciña da Lastra y su término municipal se encuentra rodeado por el cauce del río Sil que discurre encajado entre los altos picos montañosos calcáreos dibujando a su paso cañones y gargantas. El parque natural en el que se localiza Rubiá está dominado por una exótica vegetación mediterránea poco habitual en el paisaje gallego. Este paraje ha sido objeto de numerosas leyendas, ya que en su entorno es posible hallar numerosas grutas, conocidas popularmente en la zona como palas, que han motivado la creación de todo tipo de historias en torno a este enclave. Estas cuevas naturales se han convertido en uno de los principales atractivos turísticos del municipio. Se trata de un centenar de cerca de un centenar de grutas que el tiempo ha excavado en las rocas calcáreas y que aún no han sido exploradas en su totalidad.
Hoy estas grutas no las visitan misteriosos personajes, sino espeleólogos de todo el mundo y aficionados a este tipo de ciencia. Asimismo, constituyen un refugio esencial para una de las mayores colonias de murciélagos en España. Además el parque está considerado como refugio ornitológico.
Por todo ello, el patrimonio medioambiental de esta localidad orensana se ha convertido en uno de sus principales atractivos. No obstante, Rubiá también posee un vasto pasado del que dan buena cuenta los diferentes yacimientos que han sido hallados en la zona y en los que es posible encontrar vestigios de todas las civilizaciones que han poblado este entorno a lo largo de su historia. Sin embargo, serían los romanos los que dejarían un mayor legado en el patrimonio arqueológico de este municipio. De hecho, el término municipal de lo que hoy constituye Rubiá discurrió la calzada de Vía Nova que se extendía entre Astorga y la ciudad portuguesa de Braga y cuyo principal objetivo era la distribución del oro extraído en las minas de Las Médulas, en León. Como parte de esta vía romana es posible encontrar el viaducto de Regueiral, un puente de origen romano reconstruido en el siglo XIX.
Entre el patrimonio arquitectónico del municipio destaca la iglesia de Santa Marina de Rubiá, cuya construcción se inició en el siglo XVII, pero no fue concluida hasta el XIX. Esta tardanza en la culminación del templo ha provocado que en esta iglesia se mezclen los estilos artísticos. En el interior de la parroquia es posible encontrar un retablo de estilo barroco y una talla datada en el siglo XVII.
Con respecto a las festividades de Rubiá, los vecinos de esta localidad celebran sus fiestas patronales en honor a la Ascensión en una fecha que varía en función del calendario de semana santa de cada año. Asimismo, también se lleva a cabo una romería en honor a San Bartolomé el 24 de agosto.