Red de Caminos
Naturales
Etapa 33: Caspe - Mas de la Punta
Descripción
Bordeando el "Mar de Aragón"
Tras remontar la frondosa vega del Guadalope, el camino llega a la presa de Moros y los Tres Túneles, construidos para derivar el río y evitar que con el embalse de Mequinenza se inundara este tramo de huertas. Por pista, se llega a las playas de la Herradura, punta de tierra de un viejo meandro con la isla Mediana en el centro. Siguiendo por la antigua vía de Caspe a Mequinenza, se cruzan la zona de cuesta Falcón y el torrente Arroyo de Pilas y se llega al camping náutico de Lake Caspe, desde donde una pista forestal conecta con el enclave de Mas de la Punta, complejo municipal para usos recreativos en el doble meandro de la Vuelta de la Magdalena.
Al amparo del promontorio donde se asienta Caspe, la etapa parte de la parte trasera del parque municipal del municipio (107 m), que se ha de cruzar para remontar la margen izquierda de la frondosa vega del Guadalope. El sendero toma entonces el carril asfaltado, paralelo al río, y sigue aguas arriba. Enseguida, se ajusta entre un gran escarpe y la vega y, pasada una chopera, se aleja de la ribera e inicia una curva en ascenso, en la que se desechan todas las salidas a ambos lados. Cuando llega a media altura, sobre la ribera, el camino alcanza la presa de Moros, encargada de desviar las aguas del río hacia las tres embocaduras que lo comunican con el poderoso Ebro. La construcción del embalse de Mequinenza traía aparejada la inundación de toda esta vega, motivo por el cual hubo de construirse un dique, entre la vega baja y el embalse, y esta presa de derivación de las aguas del Guadalope.
Al otro lado de la presa, la pista asciende hasta alcanzar el interfluvio Guadalope-Ebro, donde, a través de un pasadizo, salva la vía del ferrocarril para posteriormente girar a la derecha y, a los pocos metros, descolgarse a la izquierda para pasar bajo el ferrocarril y la N-211. De esta manera, siguiendo por la derecha, se prosigue por el trazado de la carretera antigua. Este punto se encuentra sobre el desagüe de los tres túneles antedichos.
Continúa el recorrido, tras un corto tramo por la vieja N-211, para tomar un carril a la izquierda, que gira y pasa junto a algunas casas, tomando y desechando alternativamente pistas de mayor importancia hasta llegar a un corredor donde chopos y tamarices resguardan momentáneamente los pasos del viajero. Superado éste, se accede a una pista de mayor entidad que viene por la derecha y va en dirección a la cala de la Rebalsa, situada a la izquierda. El Camino Natural la sigue en esa dirección 500 m; después la abandona accediendo, a través de una senda, a un alto, persiguiendo su divisoria hacia el norte. Tras dibujar dos de los entrantes del embalse, alternando caminos y pistas, se conecta con el carril asfaltado de la Herradura, una inmensa península que abraza un alargado meandro y donde aún se conservan los restos de la torre óptica de Turlán.
El firme de asfalto aún acompañará los pasos del viajero durante 500 m, primeramente en dirección izquierda para luego abandonarlo encaminándose por una senda que recibe a la derecha y asciende llegando a la vertiente del embalse (excelente mirador de la isla de la Herradura). Pero no hay descanso, y se debe continuar por terreno baldío la amplia vuelta del mismo nombre. El camino se enmaraña, superando unas construcciones en ruinas, atravesando un barranco cultivado y ganando altura por unos zigzag, antes de acceder a una pista en buen estado por la que sigue hacia la derecha (este). Unos 200 m más adelante, sobre el cruce con el carril de Cuesta Falcón, se encuentra un refugio con el mismo nombre.
El itinerario se vuelve difuso entre pistas y trochas, hasta vislumbrar un nuevo carril que, desde la carretera, accede a la orilla del embalse por la margen izquierda del barranco de Valdepilas. Se sigue por él, a la derecha (sureste), durante 500 m hasta encontrar la forma de atravesar el torrente y seguir, por senda, la orilla del embalse, ahora hacia el norte. El camino atraviesa entonces un pequeño soto de tamarices, para conectar con una cabañera que, más pronto que tarde, sube al arcén de carretera N-211. Por él se llega, tras recorrer 500 m, a la entrada del camping de Lake Caspe.
Sin tener que aproximarse a la puerta del camping, en el extremo sur de su seto de cipreses, se abre, entre éste y una casa-refugio, una pista forestal que se alarga entre campos buscando sedienta la orilla de Ebro. Por ambiente de laderas forestadas de pino y buenas vistas sobre el embalse, la pista discurre llana, facilitando este último tramo del paseo. Una vez descartados los carriles de pistas secundarias, se llega al conocido como corral de Dolader y, antes de que la pista muera en una pequeña ensenada de tamarices, tras girar a la derecha (este), se entra en la zona de chopos que antecede al entorno de Mas de la Punta.
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Mas de la Punta
Es una extensión municipal de Caspe que ocupa un ancho espolón de terreno: la Vuelta de la Magdalena, formada por un doble meandro del Ebro. El interior se dedica a cultivos experimentales y la zona de entrada, posee áreas de esparcimiento, embarcadero y una caseta-refugio de uso libre. Frente al refugio, en la otra orilla, sobre un promontorio (que en ocasiones se convierte en isla) se alza la ermita de la Magdalena, último edificio de lo que fue el convento y poblado de la Magdalena, de fértil vega, hoy sumergida. La amplitud de la lámina de agua, en contraste con lo agreste de sus riberas, ofrece una panorámica de elevado valor.