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Municipio
El Burgo de Ebro
El Burgo de Ebro es un municipio que siempre estuvo vinculado como barrio a la urbe de Zaragoza hasta que en el siglo XIX, a raíz de la supresión de los señoríos jurisdiccionales de las Cortes de Cádiz, se convirtió en un municipio con derecho propio. Al igual que otros núcleos cercanos a la capital aragonesa, El Burgo de Ebro no ha parado de crecer en los último años a expensas de una pujante industrialización integrada en el sector agrícola y ribereño característicos de los pueblos de la comarca.
Esta localidad y sus alrededores han estado habitados por romanos, musulmanes y cristianos a lo largo de la historia, y aún hoy esta presencia queda de manifiesto gracias a los restos arqueológicos conservados durante siglos. Puede apreciarse en algunos de sus edificios, principalmente en el consistorio, el característico ladrillo utilizado en la arquitectura mudéjar de la edad media.
En las inmediaciones se hallan dos ermitas, dedicadas a San Jorge y a Nuestra Señora de Zaragoza la Vieja. La ermita de San Jorge se encuentra a 2 km en dirección sur, sobre un alto en los montes que flanquean el curso del río y desde donde puede tenerse una vista panorámica del valle del Ebro en este tramo. El 23 de abril, día de Aragón, una romería sube hasta el promontorio de la ermita donde el sacerdote oficiará una misa y bendecirá los campos de todo el municipio. A la misma distancia, pero en dirección este, en la urbanización Virgen de la Columna se halla la ermita de Nuestra Señora de Zaragoza la Vieja, donde se encuentra una talla románica de la virgen datada del siglo XIII.
A apenas 3 km del casco urbano de El Burgo de Ebro, próximo a la orilla del caudaloso río Ebro, se encuentra el yacimiento romano de La Cabañeta, un antiguo campamento militar fundado en el siglo II a.C., perteneciente al periodo de la República romana, tal y como sugieren los últimos estudios. Pese al maltrato sufrido por este yacimiento durante años de expolios y actividad agrícola las excavaciones comenzadas con fines para su preservación en 1997 han desenterrado entre otros, una zona de termas, almacenes, mosaicos y objetos de uso cotidiano como monedas, vasijas y herramientas que han demostrado el predominio de enseres importados desde la península itálica frente a las cerámicas autóctonas.
Al igual que ocurre en los otros núcleos de esta etapa, El Burgo de Ebro cuenta su propio galacho incluido en la Reserva Natural de Sotos y Galachos del Ebro desde 2011. El conocido como Galacho de El Burgo de Ebro se ubica junto al meandro que describe su curso hacia el norte antes de acceder a la urbe desde el noroeste.