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Cultura
ruinas castillo de Segura de Toro
El paso de distintas culturas por el municipio de Segura del Toro, lo ha dotado de un interesante patrimonio cultural e histórico formado por distintos ejemplos entre los que destaca su Castillo.
Se trata de una antigua construcción fortificada perteneciente al Reino de León levantada con el objetivo de vigilar su frontera sur. Este emplazamiento fue conquistado por Almanzor, político y general andalusí, en el año 987.
Cuentan que para evitar que Almanzor siguiera su marcha y conquistara más plazas cristianas, Bermudo II, Rey de León, le ofrece a su hija Teresa de 14 años como concubina. La muchacha tenía una belleza excepcional, y el general se enamoró perdidamente de ella por su dedicación y cuidados tras un incidente de caza. Almanzor se casó con ella y ésta tomó el nombre árabe de Tarsia. Se trasladaron a Medina Al Zahara donde se la comienza a conocer como “la Reina Mora”. Tras la muerte de su esposo regresaría al castillo de Segura, manteniéndose fiel al Islam. Los cristianos, con Alvar Fañez a la cabeza- lugarteniente del Cid- sitian el castillo y acaban con la vida de Tarsia tomando finalmente la fortificación.
Posteriormente, en el siglo XIII, tras la Reconquista, la plaza fue reconstruida por la Orden del Temple con una finalidad estratégica: poder controlar la que entonces era la ruta principal para la circulación de personas y mercancías de norte a sur de la península a través de la Vía de la Plata.
Es castillo, levantado en piedra y mampostería, tenía planta cuadrangular que remataba cada uno de sus ángulos con unas construcciones cilíndricas. Hoy día sólo se conserva e Torreón y los lienzos de las murallas. En cuanto a esta torre, tiene planta cuadrada y se construyó sobre una base de grandes rocas que la proporcionan mayor altura.
Según los escritos encontrados, este castillo perteneció a los Caballeros de Montegaudio, siendo su maestre el Conde de Sarriá, absorbida por el Temple en 1196. Cuando esta orden fue suprimida, Don Domingo, obispo de Plasencia recibió los términos de Hervás y Segura, ocupando el castillo de este último con sus mesnadas. A su muerte, su testamento rezaba que el lugar y el castillo fuesen a parar al concejo de Plasencia. Posteriormente su tenencia fue dada por los Reyes Católicos a Pedro de Carvajal.
Fue declarado Bien de Interés Cultural y se puede visitar libremente.