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Cultura
Toro de Segura
Una de las mayores atracciones culturales y turísticas del municipio cacereño de Segura del Toro es, sin duda, el Toro Vetón que preside la plaza del pueblo. El origen de esta singular pieza de granito está datado en el siglo VI a.C. Sus impresionantes dimensiones, más de dos metros de largo, hacen que este verraco sea uno de los mayores encontrados en toda la Península Ibérica.
El verraco, de origen megalítico, se encuentra en muy buen estado de conservación, lo que nos permite observar a simple vista el realismo de sus patas traseras, en las cuales incluso aparecen unas pezuñas perfectamente labradas, así como el escroto, situado entre ellas, confirmándose así, sin lugar a dudas, el sexo del animal. Por desgracia, el resto de esta pieza presenta varios daños, sobre todo en la parte de la cabeza. Igualmente se aprecian numerosas hendiduras y brechas en la parte del lomo, incluso es posible apreciar la falta de algún que otro pedazo de piedra. Según las leyendas populares, hace muchos años se corrió el rumor de que este inmenso toro de piedra custodiaba en su interior un importante tesoro, por lo que los vecinos de la zona, martillo en mano y ansiosos por descubrir tal maravilla, intentaron abrir la escultura para llegar hasta el oro. Sobra decir que no encontraron nada.
El hallazgo de esta singular pieza es una muestra clara de la presencia del pueblo vetón en las montañas. Una cultura principalmente agraria y ganadera, aunque también guerrera. Este pueblo fue fundador de diversos castros diseminados en colinas y laderas de varios montes, lo que les permitía, no sólo obtener refugio, sino también mantener bajo vigilancia las tierras donde realizaban sus actividades económicas y agropecuarias. De hecho se cree que no muy lejos del pueblo llegó a existir un castro fortificado al que seguramente pertenecía la escultura, al igual que la Estela del Guerrero y una segunda escultura, que parece ser de especie porcina. Aunque estas dos piezas se encuentran en el museo de las Veletas en Cáceres, unas réplicas donadas por esta institución se encuentran expuestas también en las proximidades del ayuntamiento.
>p> Su arte estaba muy unida a la naturaleza, algo que ha quedado de manifiesto en las manifestaciones artísticas que hemos podido conservar y que se engloban dentro de lo que se conoce como “cultura de los verracos” consistente en la creación, a partir de grandes piedras de granito, de gigantes bóvidos, sobre todo toros. La función de estas esculturas no está muy clara entre los diversos estudiosos, lo que hace que existan distintas teorías para explicar su construcción. Algunos indican que se trata de estatuas totémicas o hitos camineros que delimitaban los poblados vetones, mientras que otros aseguran que tenían una función religiosa, de culto a los dioses o incluso que se tratase de grandiosos monumentos funerarios.