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Cultura
Fort de Milets
Durante el verano de 1937 la Generalitat republicana construyó la línea fortificada de los Algars. Se temía que el frente de Aragón cayera a manos de los enemigos, que se encontraban muy próximos a tierras catalanas. Su construcción supuso la creación de una importantísima línea defensiva que iba de norte a sur, siguiendo el curso del río Cinca, hasta adentrarse en el territorio catalán, donde discurría junto al río Algars, del que tomó el nombre.
Estaba compuesta por una serie de emplazamientos de artillería, trincheras y observatorios, así como fuertes y refugios diversos con los que las tropas republicanas pretendían frenar el avance de los soldados franquistas. Esta línea fue finalmente superada tras la derrota del frente de Aragón, quedando establecido el nuevo frente al río Ebro que se mantendría hasta la ofensiva republicana del 25 de julio de 1938.
El Fort de Milets es una estructura de hormigón y ladrillo formada por distintos elementos como túneles de evacuación, bases de artillería y nichos para las ametralladoras. También consta de varias zanjas que funcionaban como trincheras con una profundidad de entre 1,50 y 1,80 metros de profundidad y casi un metro de anchura.
Finalmente los republicanos se vieron obligados a abandonar esta línea defensiva, tras la Batalla del Ebro, la más larga y una de las más sangrientas de toda la guerra civil, con la que se pretendía, entre otras cosas, recuperar esta posición predominante.