Puntos de Interés
Cultura
Ermita de San Fertús
En un amplio llano entre las poblaciones de Ayera y Sasa del Abadiado, se conservan las ruinas de la que fuera ermita de San Fertús. Poco se sabe de este templo, aunque según los datos encontrados funcionó como parroquia de un pequeño pueblo dependiente del Abadiado de Montearagón durante la Edad Media.
La calidad de la sillería empleada es bastante buena, lo que ha permitido que partes del templo haya llegado hasta nuestros días permitiéndonos advertir distintos estilos constructivos que confirman que fue levantada durante distintos momentos históricos.
Así pues, la fábrica originaria parece románica, puede que perteneciente a la segunda mitad del siglo XII, siendo rehecha hacia la segunda mitad del siglo XVIII. En ese momento es cuando se incluyó la entrada a los pies del edificio.
Las ruinas indican que poseyó planta rectangular y una nave única cuya cabecera era recta y estaba orientada hacia el este. Por su parte, el acceso se realizaba a través de una portada abierta en el muro oeste que se abre bajo arco de medio punto dovelado enmarcado por una moldura o guardapolvo que arranca sobre imposta.
El muro con orientación sur está actualmente semiderruido y pueden apreciarse varios sillares desprendidos en su entorno y, en la parte correspondiente al presbiterio, se conservan un par de los canecillos esculpidos a base de rollos que sustentaron la cornisa del templo, en la actualidad desaparecida, así como un posible acceso que sería el original.
En el este encontramos la cabecera que presenta un pequeño ventanal mientas que, en la pared norte, hay un sillar de grandes dimensiones con un pequeño orificio que podría tratarse de un sepulcro reutilizado.
Ya en el interior se conservan, aún en pie, tres arcos apuntados formados por dovelas de piedra que arrancan directamente del suelo y que dividen la nave en cuatro tramos. Estos arcos sostendrían una techumbre de madera, en la actualidad desaparecida.