
Puntos de Interés
Municipio
Alborge
A poco más de 60 kilómetros de Zaragoza, encontramos un pequeño pueblo ribereño llamado Alborge. Su topónimo revela el pasado árabe de la villa proviniendo del término Al-Burjj que significa torre defensiva.
Es posible que este apelativo le venga por su castillo árabe, levantado en el año 1165 cuando el rey Alfonso II cedió la población al señorío eclesiástico de Rueda. Además de esta construcción defensiva, el pueblo cuenta con un interesante legado arquitectónico que revelan la importancia que en el pasado tuvieron algunas actividades que con el paso del tiempo se fueron abandonando.
Es el caso de un antiguo molino harinero, situado muy cerca de la ribera del Ebro. Se trata de un complejo hidráulico compuesto principalmente por un azud, el propio molino y una noria. Fue construido en el siglo XVI y actualmente aún se conserva tanto la maquinaria como la rueda empleada para moler el grano.
La villa posee un cuidado casco urbano, en el que destaca, por ejemplo, el ayuntamiento, con su fachada de estilo neomudéjar o la iglesia de San Lorenzo, de finales del siglo XVII y que pertenece a la época barroca.
Otros elementos de interés son una impresionante nevera, excavada en roca arenisca y cubierta por una bóveda de forma esférica y las antiguas almazaras de Alborge, testigos de su larga tradición aceitera. La mejor conservada se encuentra en la parte baja de la villa y, a pesar de haber sido construida en el año 1775, aún mantiene parte de su maquinaria y las prensas originales.
Las fiestas de Alborge tienen lugar el 29 de abril, cuando se celebra la romería a la ermita de Nuestra Señora de Montler y el 10 de agosto, fecha en la que los vecinos rinden honores a San Lorenzo.