Puntos de Interés
Municipio
Béjar
El municipio de Béjar hunde sus raíces en la repoblación de esta zona durante la reconquista cristiana. No obstante, existen restos humanos en las inmediaciones del municipio que prueban que en la zona hubo varios asentamientos de tribus durante el periodo prerromano. Asimismo, de la dominación árabe en la zona datan también algunos restos arquitectónicos como las murallas –constituyen el patrimonio más antiguo de Béjar–, que protegían la ciudad de ataques enemigos y de las que actualmente se conserva la parte occidental.
A finales del siglo XV se instauró el ducado de Béjar, ostentado por la familia Zúñiga que supuso la imposición de un férreo dominio feudal que duraría hasta bien entrado el siglo XIX. La tradición textil, que ha sido determinante en la historia de esta región, fue impulsada gracias a la llegada en el siglo XVII de maestros flamencos que terminaron por profesionalizar una incipiente industria que terminaría por convertir Béjar en un referente en el sector.
El desarrollo de esta industria estuvo fuertemente ligado al paso del ferrocarril de la Ruta de la Plata por esta localidad en el siglo XIX y que sería indispensable para el impulso definitivo de la actividad textil en la localidad, que vivió sus años de máximo esplendor a mediados del siglo pasado. Como recuerdo del peso que esta actividad textil tuvo para el municipio queda hoy el Museo de la industria textil de Béjar, situado a orillas del río Cuerpo de Hombre, en uno de los muchos edificios que en el pasado albergaron una fábrica textil.
En la actualidad el municipio cuenta con más de 13.000 habitantes y entre su patrimonio arquitectónico destacan edificios como la iglesia de El Salvador, de origen medieval y ampliada en el siglo XVI; el Palacio de Zúñiga –reconstruido por los duques de Béjar–; la iglesia de San Juan Bautista, de origen románico o la villa de origen renacentista conocida como El Bosque.
Entre las festividades de la localidad destaca especialmente la del Corpus Christi, declarada como Fiesta de Interés Turístico Nacional en 2009, tanto por lo religioso, como por la presencia del curioso personaje conocido como Hombre de Musgo, cuyo origen se remonta a una leyenda popular que dice que los habitantes cristianos de Béjar se cubrieron de musgo para camuflarse entre la maleza y acceder hasta el interior de la ciudad para arrebatar el dominio a los musulmanes.
Otra de las fiestas clave en el calendario municipal de Béjar es la romería de la virgen del Castañar, cuyo origen se remonta al siglo XV. Además en el mes de agosto el municipio, aquejado por una importante despoblación desde mediados del siglo pasado, celebra el día del bejarano ausente, una jornada en la que se organiza una comida de confraternización y en el que los habitantes emigrados se reencuentran con sus vecinos aprovechando las vacaciones.