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Municipio
Tavernes de la Valldigna
Tavernes de la Valldigna es un municipio situado en la comarca de La Safor, en la Comunidad Valenciana, a 54 km de la capital provincial.
Constituye el mayor núcleo urbano de la Mancomunidad de la Valldigna, un valle con forma de herradura, cercado por montañas y con apertura al Mar Mediterráneo.
El origen de esta localidad se remonta a la prehistoria, como demuestran los restos arqueológicos encontrados en el yacimiento de la Cueva de Bolomor. Datando los vestigios más antiguos de la era paleolítica, de hace aproximadamente 350.000 años.
En época árabe, este valle recibirá el nombre de Alfandech, que significa valle o barranco. Las poblaciones se organizaban en alquerías distribuidas alrededor del Castillo de Marinyén el cual, junto al castillo íbero de Els Castellets y la complicada orografía de la zona, formó un eficaz sistema defensivo.
En 1240, Jaime I de Aragón conquista el territorio, y tras la construcción del Real Monasterio de Santa María de la Valldigna, en 1298, el territorio pasa a formar parte del señorío real de la Orden del Císter.
Con la revolución industrial se implanta en 1884 la línea de ferrocarril que conecta Carcaixent y Denia, lo que significó un gran desarrollo económico de la localidad, y explica la concesión del título de ciudad, por parte de Alfonso XIII, en el año 1916.
En cuanto a monumentos importantes destaca la Iglesia de Sant Pere Apòstol, una construcción de estilo rococó edificada en 1744 y situada en la falda de la Serra de les Creus. El interior se articula en un único espacio amplio y diáfano, gracias a la falta de bóvedas de cañón y a la eliminación de las capillas. Consta de una cúpula de 25 m de altura y de una única decoración mural del año 1758, realizada por Vicent Peris. Actualmente alberga un museo propio.
También destaca el edificio del ayuntamiento, de 1877, con una fachada neoclásica, la Iglesia de Sant Josep, considerada Bien de Relevancia Local o la Ermita del Calvario o del Santísimo Cristo de la Sangre, templo del siglo XIX dedicado al patrón de la ciudad.
Dentro del municipio, pero más alejados del casco urbano, se puede visitar la Torre de Guaita, también conocida como Torre de La Vall, levantada en 1575 por encargo del rey Felipe II, y que formaba parte de un sistema de vigilancia de las costas valencianas. O el Molino del Pla, un molino hidráulico situado a orillas del río Vaca y construido entre finales del siglo XVII y principios del XVIII.
Es interesante visitar la Ermita de San Lorenzo de l’ Alcudiola, construida sobre la planta de una antigua iglesia cristiana (siglos XVI y XVII) que formaba parte de la alquería de Alcudiola. Así como los Escudos del Molló, la Casa Consistorial o el Antiguo Hospital de San Roque.
En cuanto a las festividades se encuentran las fallas, celebradas entre el 15 y el 19 de marzo, y las fiestas patronales, dedicadas al Cristo de la Sangre y a la Divina Aurora. Estas últimas tienen lugar el segundo fin de semana de septiembre y comienzan con la tradicional baixada del Cristo desde la Ermita del Clavario hasta la Iglesia de Sant Pere Apòstol.