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Municipio
Alcira
Alzira (nombre en valenciano y oficial, en castellano Alcira) es un municipio valenciano considerado la capital de la comarca de la Ribera Alta del Júcar. El río Júcar atraviesa esta localidad, estando la mayor parte del pueblo en la margen derecha del mismo.
Aunque los orígenes de Alzira no están muy claros, ya que los investigadores no logran ponerse de acuerdo debido a la gran cantidad de yacimientos y vestigios hallados desde la prehistoria, parece que fue fundada por los árabes. El núcleo actual evolucionó a partir de una alquería musulmana dedicada a la agricultura aprovechando la fertilidad del río Júcar. Llegó a ser una ciudad de gran importancia en tiempos de la dominación almorávide, llegando incluso a tener gobernación propia, y fue protagonista de varias rebeliones contra los cristianos.
La villa se sitúa en un lugar estratégico, ya que era el único punto por donde podía atravesarse el río, de ahí la importancia de tomar esta plaza. Algo que finalmente logró el Rey Jaime I de Aragón en 1242, hecho fundamental para la conquista del nuevo Reino de Valencia. El monarca tenía predilección por esta ciudad y le concedió rango de villa real, así como importantes privilegios.
Posteriormente la ciudad sufriría un retroceso económico y político, durante los siglos XVI y XVII, perdiendo todos sus privilegios durante la Guerra de Sucesión, al tomar posiciones con el archiduque Carlos y resultar vencedor Felipe V.
Momento importante fue la llegada del ferrocarril en 1853 que motivó el aumento de la población y el desarrollo de su comercio e industria, adquiriendo el título de ciudad en 1876 de manos de Alfonso XII.
El centro histórico de Alzira es la zona que mayor cantidad de patrimonio histórico atesora, siendo en sí mismo un monumento declarado Bien de Interés Cultural. Se corresponde con la antigua villa y está completamente amurallada. Famosa es la muralla de Alzira construida entre los siglos IX y X, que estaba rodeada por el Júcar. A lo largo de la historia esta construcción sufrió multitud de embestidas como por ejemplo la de El Cid y las producidas durante la Reconquista. Dentro del recinto amurallado encontramos calles irregulares y estrechas donde se establecieron aristócratas relacionados con Jaime I. Allí construyeron sus palacios. Algunos todavía siguen en pie como la Casa del Empeño, la Casa Tena o la Casa Consistorial.
Entre los monumentos alcireños destacan: La Iglesia Arciprestal de Santa Catalina, principal templo de la localidad, de origen medieval, está construida sobre la Mezquita Mayor y la Cruz Cubierta, una cruz gótica tallada en conmemoración de la conquista de la Alzira musulmana a mano de los cristianos.
Otros dos edificios de incalculable valor son el Monasterio de La Murta, en el corazón del valle, y el Real Santuario de Nuestra Señora de Lluch, construido en la tercera década del siglo XX. En el primero los jerónimos supieron establecer un cenobio muy importante al que acudían en peregrinación reyes, nobles y líderes religiosos. El segundo se levanta sobre un montículo integrado dentro de la propia ciudad, llamado Montañeta del Salvador, y alberga la imagen de la patrona de la ciudad, Santa María de LLuch.
Alzira basa su economía principalmente en el sector primario, siendo el cultivo más importante el naranjo, seguido por el algarrobo, el almendro y el olivo, predominando las pequeñas parcelas privadas. Esto se completa con el desarrollo de una importante industria subsidiaria del cultivo de la naranja.
En cuanto a las festividades celebradas en la villa destacan las Fiestas Patronales de San Bernardo de Alzira, el 23 de julio, en las que se conmemora el martirio de San Bernardo y sus hermanas María y Gracia, patronos de la ciudad. En el mes de septiembre, tienen lugar las Fiestas de Nuestra Señora del Lluch. En esas fechas se suceden multitud de eventos culturales y religiosos, y el último domingo de septiembre se devuelve la imagen al Santuario en procesión tras haber pasado unos días en la ciudad.
El primer domingo del mes de junio se celebra una romería al Valle de Murta para acompañar a la virgen en su traslado desde el Ayuntamiento hasta el Valle donde se realiza una ofrenda de flores a la Virgen que termina con una paella gigante. A
finales de año, el 30 de diciembre, se conmemora la Reconquista con las Fiestas de San Silvestre, en la que las autoridades realizan una procesión con la bandera de Alzira hasta la Plaza de San Judas y depositan una corona de laurel como ofrenda en el monumento de Jaime I de Aragón.
Por último, aunque no menos importante, destacar las Fallas de Alzira, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional que se celebran entre el 16 y el 19 de marzo.