Puntos de Interés
Hidrografía
Fuente de la Oliva
Se trata de un enclave localizado en pleno Parque Natural de las Hoces del Cabriel. En la actualidad este paraje cuenta con un área de descanso perteneciente al itinerario del Camino Natural Turia-Cabriel, que en su segundo tramo se adentra de lleno en este espacio protegido. Este paraje cuenta con mesas y bancos de madera, así como aparcamiento para bicicletas, lo que permite disfrutar de un agradable reposo en esta área forestal rodeada de pinos. Desde Fuente de la Oliva es posible disfrutar y conocer una vasta biodiversidad, prueba de ello es que en su vertiente valenciana las Hoces del Cabriel están catalogadas como Lugar de Interés Comunitario (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
El nombre de este enclave proviene de una antigua fuente que hoy se encuentra en desuso y que provee de agua a una balsa y un abrevadero que se encuentran en las inmediaciones. Este paraje es uno de los escasos espacios de agua que es posible encontrar en el Parque Natural, lo que ha hecho que atraiga especies de anfibios como el sapillo moteado o el gallipato, que han encontrado en este enclave un hábitat perfecto.
No obstante, el entorno de Fuente de la Oliva no solo tiene una importante trascendencia desde su perspectiva medioambiental, sino que se trata de un paraje clave también desde el punto de vista histórico. Ya en la época romana los fundadores de Hispania pusieron en marcha una calzada secundaria que atravesaba estos escarpados barrancos y permitía unir Toledo con el Levante atravesando el Cabriel. Heredera de esta antigua vía nacería en la Edad Media el itinerario de la Cañada Real de La Mancha, una vía pecuaria que se adentra hasta el municipio valenciano de Venta del Moro y que permitía unir los pastos manchegos con las zonas trashumantes de Valencia. Además, durante siglos ha sido una de las principales conexiones para unir Madrid con la ciudad de Valencia.
También en la guerra civil este enclave se convirtió en parte del itinerario habitual utilizado por arrieros y estraperlistas que transportaban por estos caminos el trigo desde Vadocañas hasta la fábrica de harinas de la localidad de Venta del Moro. Tras la contienda bélica se convirtió en escondite habitual de los maquis de la zona, que escogieron este escarpado paraje para huir y continuar luchando contra la dictadura franquista.