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Cultura
Puente ibero romano del río Martín
Aunque son muchos los que lo conocen como Puente Viejo, la denominación más común que recibe esta antigua infraestructura es Puente Romano de Escatrón, aunque como se dice popularmente en la zona ni es romano ni es puente.
El origen de este puente es bastante incierto porque no se han encontrado escritos que puedan acreditar fehacientemente su procedencia. Aun así, es una pieza clave del patrimonio histórico-cultural de la zona.
La primera referencia relacionada con este puente se encontró en un documento del siglo XIV. En el escrito, el rey Juan I ordenaba la construcción de un puente sobre el río Martín al Abad de Rueda. La finalidad de dicha petición era facilitar el tránsito de mercancía por la margen derecha del río Ebro. A pesar de lo cual, y dado que en la zona se han encontrado algunos vestigios arqueológicos de asentamientos tanto íberos, procedentes de la Edad de Bronce, como romanos posteriores, no parece descabellado que pudiese existir un puente de fábrica anterior.
También con el paso de los años el cauce del río Martín se alejó de este punto, por lo que actualmente no discurre el agua bajo esta construcción.
Los años no pasaron en balde para esta infraestructura que permaneció oculta a los ojos de los caminantes entre tierra y vegetación hasta que se realizó una intervención que pretendía recuperar el puente a nivel estructural con la limpieza de tierras y recuperación de la calzada, al mismo tiempo que se ejecutaba el acondicionamiento de la zona aledaña como área de descanso del GR 99 que discurre por ese punto, instalándose mesas, bancos y papeleras.
El puente fue construido utilizando como material principal mampostería y consta de dos arcos rebajados que le confería mayor ligereza. Esto permitía el paso de grandes cantidades de agua cuando acometía alguna crecida, evitando así que la construcción fuese arrastrada durante las inundaciones.