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Vegetation
Acebiño (Ilex canariensis)

El acebiño es un árbol endémico de Madeira y Canarias, presente en todas sus islas con las excepciones de Fuerteventura y Lanzarote, que puede llegar a alcanzar los 10 metros de altura. De corteza marrón grisácea posee una copa muy ramificada y oscura, de hojas flexibles y fuertes, ovaladas y brillantes de un color verde intenso que pueden presentar espinas, aunque casi siempre son enteras y redondeadas en su extremo. Sus flores blancas dan lugar a unos llamativos y carnosos frutos de un color rojo intenso.
El acebiño es típico en la laurisilva y frecuente en los bosques de brezales, en el fayal-brezal y en el pinar mixto, creciendo preferentemente entre los 500 y los 1500 metros de altitud.
Su corteza tiene propiedades cicatrizantes y en el pasado también se usaba como tinte amarillo. Su madera ha sido utilizada como leña, para la fabricación de utensilios y piezas para la edificación como vallas y abrevaderos y para la industria. Por su parte, las ramas y troncos jóvenes son aprovechados frecuentemente como varas y horquetas para la agricultura.
Su denominación le viene dada por el parecido de sus hojas con las de la encina (Quercus ilex) y de la coscoja (Quercus coccifera), de ahí su nombre Ilex canariensis, siendo en este caso el epíteto que lo acompaña, una referencia a su lugar de origen.
Es pariente del famoso acebo europeo (Ilex aquifolium), árbol cuyas hojas y frutos se utilizan como adorno navideño. A diferencia de éste, el acebiño destaca por no tener espinas en las hojas, seguramente debido a la ausencia de herbívoros.