
Puntos de Interés
Culture
Molino del Concejo

Aunque no se conoce la fecha exacta de su construcción, el origen de esta antigua infraestructura árabe se sitúa antes de la conquista de Alarcón por parte de Alfonso VIII. Sería éste quien, tras su hazaña decidiera donar todos los molinos de la zona al Concejo de Alarcón.
Dicho Concejo acabaría encargándose de la reconstrucción del molino a finales del siglo XVI, al igual que serían los encargados de arrendar este edificio entre los vecinos de la zona, mediante una especie de subasta a través de la cual la propiedad de este molino fue pasando por las manos de diversas familias, que se encargaban de su explotación como molino harinero.
Con la llegada de la desamortización, el complejo sería subastado para, ya entrado el siglo XX, dejar de funcionar como molino. Siendo en 1920 cuando se le otorgaría una nueva funcionalidad, al adosarle una central hidroeléctrica. Fue así como pasó a utilizarse como alojamiento para el encargado de la nueva central hidroeléctrica.
En 1955, con la creación de la nueva central de El Picazo, cesó su actividad, quedando abandonado el edificio. Y en 2013 se iniciaron las obras de rehabilitación.
Actualmente se conserva tan solo el edificio principal y un pequeño tramo, en el que destacan las compuertas, formadas por dos arcos, y que servían como sistema para regular el nivel del agua. Por otro lado, la presa se perdió durante los años de abandono, al tratarse de una estructura formada por una red de palos de madera entrelazados y cubiertos por argamasa, un tipo de construcción única en el Júcar.
Este es el único de los molinos que poblaban las orillas del Júcar que se sigue conservando intacto.