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Municipality
Benifairó de la Valldigna
A 55 kilómetros de Valencia, en la comarca de La Safor, se sitúa Benifairó uno de los cuatro pueblos que integran la Valldigna. El origen de este pueblo, que encontramos en la orilla izquierda del río Vaca, es musulmán. Parece ser que había en esta zona una antigua alquería árabe donde durante muchos años habitó una comunidad mudéjar y que fue donada posteriormente por Jaime I de Aragón a Ferrer Matoses y Doménech de Teylla en 1249. Así ha quedado reflejado en el llamado “libro de reparto”.
Esta cesión sería breve, ya que la comunidad volvió a manos de la corona a través de la emperatriz Constanza hasta 1298, cuando Jaime II fundó el Real Monasterio de Santa María de la Valldigna. Con la expulsión de los moriscos en 1609, el monasterio reforzaría sus derechos señoriales sobre la comunidad campesina de la zona, algo que terminaría con la desamortización de Mendizábal y el fin del régimen señorial.
El motor económico de esta zona de la Valldigna se centró, durante mucho tiempo (siglo XV) en el cultivo de la caña de azúcar, la ganadería, la industria textil y la seda pero, a partir del siglo XX, con la crisis de la sericultura, se apostó por el cultivo del naranjo como en el resto de pueblos del valle.
En Benifairó de Valldigna encontramos numerosos vestigios históricos entre los que sin duda destaca el castillo de Marinyén, también conocido como el casillo de la Reina Mora. Cuenta la leyenda que durante las guerras entre musulmanes y cristianos, el castillo se vio asediado por el ejército cristiano. La reina que allí habitaba, desesperada y sin posibilidad de huir, se subió a lo alto de la torre y, con su hijo en brazos, se arrojó al vacío.
Su espectacular enclave, situado en lo alto de un peñasco a 240 metros de altura y rodeado por los barrancos del Castell y del Raboser dota a las ruinas de una belleza especial, siendo accesible solo a través de una pequeña senda, motivo por el cual durante la Edad Media se constituyó como importante punto de control y vigilancia que reforzó su carácter defensivo. Aún se conservan algunas partes de la construcción original, como la Puerta de El Albacar o la Torre del Homenaje, y se han encontrado restos de un poblado de la Edad del Bronce, monedas de la época romana y un pequeño tesoro con monedas del rey Jaime I. Está declarado Bien de Interés Cultural.
Cerca de esta localidad se ubica la ermita de San Miguel, también llamada ermita Malet por su proximidad del barranco del mismo nombre. La capilla se levanta sobre un promontorio rocoso en la CV-602, carretera que une Benifairó con la carretera de Tabernes de Valldigna a Alcira. Es un edificio sencillo, de planta cuadrada y rodeado de pinos en cuya construcción se empleó principalmente piedra y ladrillo. En su interior destaca un retablo de 1985 en el que aparece San Miguel y los Santos de la Piedra, Abdón y Senén, realizado con azulejos. Este Bien de Relevancia Local presenta en su exterior unos muros con ventanales y una gran puerta enrejada que da acceso al templo. El tejado, de forma piramidal, está rematado con una bola de piedra.
Otra ermita, en este caso la de San Roque, situada junto al cementerio local en la calle Paz, tiene la consideración de Bien de Relevancia Local. Aunque sus orígenes son bastante antiguos, su imagen se corresponde con la última reforma sufrida en el siglo XIX. Es una construcción muy pequeña, semejante a una barraca, con un tejado a dos aguas y una pequeña espadaña en la que se ha colocado una campana y una cruz. El interior es bastante sobrio y no consta de adornos salvo una pintura de San Roque en el altar.
Por último mencionar la iglesia barroca de San Juan Evangelista, construida a finales del siglo XVIII o principios del XIX y en la que llama la atención su campanario integrado en uno de los extremos de su fachada. Está rematada por un cuerpo superpuesto en el que se ven las campanas. Sobre ellas dos arcos entrecruzados en diagonal adornados con jarrones que pretenden dar una sensación de mayor altura de la torre. Los muros blancos de esta construcción están delimitados en las esquinas por falsas pilastras realizadas con pintura marrón.
Las fiestas de la localidad de Benifairó se concentran en los meses de verano. San Benito Mártir, patrón del municipio es homenajeado durante la última semana de julio y del uno al tres de agosto. Destaca el concurso de paellas, los encierros y las verbenas como actos principales de estos festejos.