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Vegetación
Palmeral canario
La palmera canaria (Phoenix canariensis) es uno de los símbolos de las Islas Canarias. Palmera muy utilizada en jardinería y originaria de las islas. Phoenix proviene del griego y hace referencia a Fenicia, lugar donde los griegos observaron las primeras palmeras.
Palmera de más de 10 metros de altura cuyo diámetro supera los 50 cm. Tiene hojas muy grandes formadas por un raquis central y segmentos foliares a ambos lados, los más cercanos a la base se han endurecido y reciben el nombre de acántofilos. Las flores aparecen en racimos anaranjados y dátiles pequeños. Es una especie muy longeva que puede superar en condiciones óptimas los 200 años de edad. Son dioicas, esto quiere decir que existen palmeras macho y palmeras hembra. No presenta raíz principal y posee miles de raíces de un grosor similar que parten de la base del estípite (falso tronco) y que permiten absorber el agua subterránea. Normalmente se encuentra entre los 100 y 500 m de altitud, puede darse a nivel del mar y ascender hasta los 1000 m de altura.
Tiene numerosos usos. Aunque actualmente algunos de ellos se han abandonado, otros son de una vigencia total, como por ejemplo la extracción de la savia (guarapo) en la isla de La Gomera para la fabricación de la conocida como miel de palma o mezclada con aguardiente gomero. Esto da lugar al licor conocido como gomerón. La utilización de las hojas como escobas y para cestería y el aprovechamiento de sus frutos (algo más pequeños y menos sabrosos que los dátiles de Phoenix dactylifera) también continúan vigentes.
Los bosques termófilos que forman las palmeras han sido castigados desde antiguo, intensificándose su corta desde la conquista hispana, ya que ocupaban los terrenos fértiles que se destinarían a la agricultura.
Además a partir del año 2005 las poblaciones de palmera canaria (Phoenix canariensis) están siendo atacadas por una plaga procedente de Polinesia: los picudos rojos (Rhynchophorus ferrugineus), que se instalan en la copa de las palmeras perforando sus hojas, secando finalmente la palmera si no se detecta a tiempo.
Por ello, se deben conservar y expandir los palmerales existentes, ya que forman parte de la cultura canaria.