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Cultura
Noria del pozo de los Peña
Esta antigua noria se sitúa en el cauce del barranco del sobrado. Las construcciones de este tipo llegaron a Fuerteventura a finales del siglo XIX, como avance tecnológico para el desarrollo de la población, ayudando en el regadío y a la disponibilidad de agua para uso doméstico.
Esta máquina en cuestión, creada para extraer y elevar agua de pozo, está compuesta por dos ruedas. Una rueda de madera horizontal movida por una palanca de la que tira un animal y, otra vertical, que engrana con la primera.
En la boca de pozo, la rueda vertical, lleva enganchada una soga o cadena sin fin con unos cántaros encargados de subir el agua desde el fondo del pozo gracias al movimiento del animal. Después, una vez coronada la rueda vertical, estos cántaros se vacían en un recipiente denominado artesa la cual deposita el agua en dos atarjeas. Una de ellas conduce el agua hacia el estanque situado a los pies de la noria y la otra hacia los campos de cultivo.
Todo el entramado de la noria se encuentra sobre una plataforma elevada de forma circular. Ésta está rodeada con paredes de piedra que servía para que burros y camellos amarrados a la almijarra giraran alrededor de la noria. Además, estas pareces servían igualmente para impulsar el agua hacia las gavias o estanques.
El interior del pozo está comunicado con el exterior a través de una puerta de piedra adintelada situada en uno de sus lados y que servía para desenganchar los arcaduces cuando se enredaban.
Cabe destacar que muchas de estas norias eran denominadas “norias de sangre”, ya que eran empujadas por animales, camellos y burros en su mayoría. La cantidad de agua que podía sacar esta noria con cada vuelta completa que daba era de unos 105 litros aproximadamente.
A causa de la llegada de sistemas más modernos para sacar el agua y del abandono de la agricultura por cierta parte de la población, a finales del siglo XX esta noria y muchas otras quedaron en desuso. Actualmente son parte del paisaje cultural de Fuerteventura.