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Cultura
Asentamiento Guanche
El término guanche proviene del antiguo vocablo Guanchinet que significaba “habitante de Tenerife” y era usado por los conquistadores para denominar a los aborígenes que encontraron en la isla. Con el tiempo, esta palabra fue transformándose hasta llegar al actual guanche.
Estos pobladores, que llevaban viviendo más de dos mil años en las islas cuando los españoles llegaron, eran de origen bereber y desembarcaron en Tenerife desde África, huyendo de la sequía y de distintos pueblos colonizadores como los romanos.
Se trataba de una cultura anclada en la Edad de Piedra que vivía aislada del resto de la civilización. Esta sociedad basaba su modo de vida en la agricultura y, principalmente, en la ganadería y el pastoreo, y estaba organizada en menceyatos donde había un rey o mencey, que era la persona que mayor cantidad de cabezas de ganado tenía.
Gracias a los restos hallados en la isla, se sabe que aprovechaban las cuevas para establecerse. Allí donde no había cuevas, levantaban cabañas de piedra viva y paja que se han encontrado esparcidas a lo largo de toda la isla, ya que no existían los pueblos como se entienden actualmente, y cada persona decidía donde levantar su morada. Los guanches elegían cuevas, preferentemente situadas en las laderas de barrancos y acantilados, que acondicionaban para hacerlas habitables. Su disposición era sencilla: la parte más externa y por tanto con mayor iluminación, era utilizada como cocina, donde colocaban el hogar y los utensilios necesarios para cocinar y guardar los alimentos, como vasijas. La parte más oscura era donde se encontraba el dormitorio. En las cuevas más grandes, también se han encontrado otros habitáculos con asientos en los que se cree que podían realizarse reuniones.
Actualmente, la mayor parte de asentamientos guanches que se conservan se encuentran en la zona de la Cañada de la Grieta, que durante muchos años han sido aprovechados por los pastores de la isla durante las épocas de traslado de ganado.