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Infraestructura
Línea de Alta Velocidad (AVE)

La red de alta velocidad ferroviaria en España está formada por varias líneas gestionadas por Adif-Alta Velocidad, que abarcan diversos servicios operados por tres compañías: la empresa estatal Renfe Viajeros, con las marcas AVE y Avlo; la empresa pública francesa Ouigo España, con la marca Ouigo; y la empresa privada española ILSA, con la marca Iryo.
Con una extensión de 3.967 kilómetros en servicio, según datos de ADIF Alta Velocidad, esta red constituye la red de alta velocidad ferroviaria más extensa de Europa y la segunda a nivel mundial, solo superada por China.
En 2011, la Comisión Europea incorporó cinco corredores en España a la Red Transeuropea de Ferrocarril: Mediterráneo, Atlántico, Central, Cantábrico-Mediterráneo y Atlántico-Mediterráneo, de los cuales los dos primeros (Mediterráneo y Atlántico) fueron designados como prioritarios en 2013.
En 1981, se inauguró la primera línea de TGV en Francia, marcando el inicio de los proyectos de alta velocidad en Europa. En España, la primera línea de alta velocidad planificada fue el Nuevo Acceso Ferroviario a Andalucía, desde Getafe (Madrid) hasta Córdoba. Esta línea, concebida como una alternativa de alta capacidad al congestionado paso de Despeñaperros, se extendió hacia Madrid y Sevilla, coincidiendo con la Exposición Universal de Sevilla en 1992.
En diciembre de 1988, el Gobierno de España adjudicó el "contrato del siglo", valorado en 85.533 millones de pesetas, para modernizar el material rodante de Renfe, adquiriendo trenes de alta velocidad y locomotoras de gran potencia. Este contrato incluyó acuerdos para la fabricación local del 80% del material y la reorganización de la industria ferroviaria nacional.
La línea de alta velocidad Madrid-Sevilla, con una extensión de 471 km y diseñada para velocidades de hasta 300 km/h, fue inaugurada oficialmente el 14 de abril de 1992. Su costo total alcanzó los 450.000 millones de pesetas. La operación comercial bajo la marca "AVE" comenzó el 21 de abril de 1992, conectando Madrid y Sevilla con paradas en Ciudad Real, Puertollano, y Córdoba.
En su estreno, los trenes AVE alcanzaron una velocidad comercial máxima de 250 km/h, reduciendo el tiempo de viaje entre Madrid y Sevilla a 2 horas y 45 minutos. La velocidad punta se incrementó progresivamente, alcanzando un récord de 356,8 km/h en abril de 1993. La explotación comercial a 300 km/h se inició en septiembre de 1994, con un tiempo de viaje de 2 horas y 15 minutos.
Las vías que pueden observarse desde el Camino Natural del Júcar corresponden a la línea de alta velocidad Madrid-Levante, concretamente al tramo Madrid-Cuenca-Albacete/Valencia inaugurada en diciembre de 2010. La estación Cuenca-Fernando Zóbel, situado a las afueras de Cuenca, es la estación operativa en la provincia de Cuenca, tras la baja de los servicios de Media Distancia que anteriormente transitaban por la antigua estación.