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Infraestructura
Antigua Estación de Lucainena de las Torres
La antigua estación de Lucainena de las Torres es, junto a los Hornos de Calcinación, uno de los principales vestigios del esplendor minero de la localidad. La historia del ferrocarril y la de la mina están profundamente unidas ya que fue la necesidad de transportar el mineral extraído la que generaría la construcción del ferrocarril.
La Sociedad “Sota y Aznar” creó la “Compañía Minera de Sierra Alhamilla” (1894). Tras estudiar las distintas posibilidades para el traslado del mineral, se optó por crear una línea férrea que daría salida a la producción de las minas por Aguamarga. Las obras, iniciadas en septiembre de 1894 finalizaron en marzo de 1896 siendo la longitud total de las vías de 36 kilómetros.
Lucainena de las Torres era el punto de partida, ya que era aquí donde se encontraban los hornos de fundición. Esta localidad albergaría, además de la estación, los talleres, almacenes, una central eléctrica a vapor (sustituida posteriormente por una diésel), la casa-dirección y los depósitos de mineral. La infraestructura contaba además con tres estaciones de cruce y repostaje: Peralejos, Camarillas y Palmerosa, las dos primeras con depósito de agua.
Este ferrocarril, de tres tramos, quedó concluido con 17 pasos a nivel, 10 pasos inferiores, 11 superiores y carriles de 22 kilos por metro. La línea de la vía férrea seguía el curso de la rambla y los cauces de los barrancos que atravesaba eran salvados por distintos puentes de los que queda únicamente la obra de fábrica, algunos pontones y un túnel.
El volumen de actividad de la línea, con trasporte exclusivamente minero, fue muy importante y entre 1896 y 1931 transportó un total de 3.795.569 toneladas. Cada tren podía arrastrar de media unos 20 vagones cargados con un peso total de 200 toneladas. Excepcionalmente, el ferrocarril contaba con dos pequeños coches de viajeros que serían utilizados para el transporte de directivos e ingenieros, aunque quedan algunos testimonios de su uso para el traslado de algunos vecinos de Lucainena a las playas de Aguamarga.
En 1942 cesó por completo la actividad minera de la zona debido a diferentes factores como la crisis siderúrgica europea y española y la competencia de los minerales que llegaban del norte de África. En ese momento tanto las instalaciones ferroviarias como las de la explotación minera fueron completamente desmanteladas.
Apenas sobrevivieron algunos testimonios materiales de aquella riqueza minera y de ferrocarriles. El antiguo trazado férreo es hoy Camino Natural y Vía Verde y el bonito edificio de la estación de Lucainena se ha rehabilitado como punto de información turística.