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Cultura
Azagador de la Tejería
Las vías pecuarias son caminos de trashumancia que unen diferentes lugares de pastoreo en España para que los ganaderos puedan desplazarse a lo largo de nuestro país en busca de mejores pastos en función del clima de cada estación. En el caso del Azagador de la Tejería, esta vía pecuaria solo está considerada como tal a su paso por el municipio de Siete Aguas. Sin embargo, sus caminos no clasificados son especialmente importantes, ya que permitían conectar las vías pecuarias procedentes de otras regiones aledañas con este enclave casi a orillas del Mediterráneo. El nombre que recibe esta vía pecuaria ha mantenido el término valenciano de Assagador, con el que típicamente se ha denominado en esta zona a los caminos pecuarios.
Hoy muchas de las vías pecuarias de la Comunidad Valenciana no están conectadas entre sí y se encuentran en desuso, no obstante, en el pasado esta red pecuaria fue esencial para comunicar los caminos trashumantes que procedían desde Castilla y Aragón y que conectaban las diferentes zonas de pasto.
En el caso concreto del Azagador de la Tejería, sus caminos no clasificados hacían posible transitar entre los pastos de la sierra de Javalambre con las sierras litorales, en las que el ganado pastaba durante los meses de invierno. Asimismo, conecta estas vías con la provincia de Cuenca, entre Sinarcas y Venta del Moro.
El complejo entramado de vías pecuarias que durante años atravesó la península Ibérica en todas direcciones, y del que forma parte este cordel, fue estructurado gracias a los esfuerzos de La Mesta. Esta organización de ganaderos que nació en el siglo XIII constituye uno de los primeros gremios nacidos en la Europa medieval. Tiene su origen en las organizaciones y asambleas locales de pastores, que comenzaron ya entonces a unirse para devolver el ganado descarriado, distribuir los caminos y ordenar salidas y tránsitos por las vías pecuarias. En definitiva, los intereses comunes de los ganaderos les llevaron a poner en marcha una potente organización que se agrupaba por zonas geográficas y que, gracias a sus exigencias, logró importantes beneficios y privilegios por parte de la Corona española durante los años en los que la ganadería en la península Ibérica supuso una actividad esencial para la economía.
En la actualidad este tipo de itinerarios son terrenos, en muchos casos caídos en desuso como resultado del declive de la ganadería trashumante, que han pasado a ser de dominio público y cuya titularidad recae sobre las comunidades autónomas en las que se encuentran, por lo que en el caso del Azagador de la Tejería, el titular es la Generalitat Valenciana.