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Municipio
Vinebre
A tan solo 4 kilómetros del municipio de Ascó, se encuentra Vinebre, población perteneciente a la comarca de Ribera de Ebro. En sus inmediaciones se han encontrado algunos restos romanos, lo que hace suponer que, posiblemente, estaba ubicada en la zona del Pedruscall. Según algunos documentos hallados, en el siglo XII, Ramón Berenguer IV conquisto estos territorios y los donó, junto a Ascó, a la Orden del Temple. Comienza en ese momento una época de gran beligerancia que, finalmente terminó con la destrucción de la villa en el año 1284. Fue entonces cuando el comandador de Ascó decide levantar de nuevo Vinebre pero, en esta ocasión, en un emplazamiento más próximo al río y, por tanto, más sencillo de defender.
Sería en el año 1691 cuando Vinebre consigue la independencia administrativa y religiosa de Ascó y se construye la iglesia de San Juan Bautista, que aseguraba los deberes religiosos de la población que solía quedar aislada en época de avenidas.
Fue testigo de excepción de la famosa Batalla del Ebro, que motivó que la villa fuese totalmente evacuada durante más de nueve meses.
Los que visiten esta localidad podrán disfrutar de su excepcional patrimonio arquitectónico, destacando algunos ejemplos como Ca Don Joan, un palacio de estilo renacentista construido en el siglo XVI y organizado en torno a un fabuloso patio central, consta de cuatro plantas así como de hermosas fachadas y una escalera monumental que constituyen los elementos mejor valorados del mismo. Actualmente esta construcción es la sede de la oficina de turismo municipal y algunas de sus estancias son utilizadas para acoger exposiciones, conferencias y conciertos.
Otro de los edificios más importantes de la villa es el Colegio de las Teresianas, fundado en 1904 por San Enric d’Osso i Cervelló se cuenta que el maestro Gaudí fue el encargado de dibujar el proyecto. A medio camino entre el modernismo y el historicismo, esta obra de Bernardi Martorell, tiene una planta rectangular y una hermosa fachada presidida por el relieve de la imagen de Jesús rodeado de un grupo de escolares. Digna de mención es también la ermita de Sant Miquel. El templo original, hoy desaparecido, data del siglo XII, pero con la destrucción de la villa sucumbió. Esto motivó su reconstrucción en 1312 siendo uno de sus elementos más destacados su porche de envigado de madera. Sobresale también un campanario cerámico de cadireta.
Antes de marchar, se recomienda visitar alguno de los 17 yacimientos arqueológicos que atesora, si bien el más importante es el poblado ibero romano de San Miguel, que debe su nombre por estar situado en una colina cercana al camino de la ermita de San Miquel.
En cuanto a la economía, se puede decir que Vinebre basaba exclusivamente su modo de vida en la agricultura de secano hasta prácticamente los años 79 del siglo XX. Posteriormente, la industria y los servicios fueron tomando mayor peso siendo el comercio de vinos con denominación de origen Tarragona uno de sus principales recursos.
Dentro de su calendario festivo destaca la romería de la ermita de San Miquel, que tiene lugar el segundo sábado del mes de mayo. Esta fiesta se remonta a la época de los Templarios y consta de la procesión del arcángel, que pasa bajo los arcos levantados por los vecinos bajo una lluvia de pétalos de rosa, siemprevivas y papelillos de colores. Después se llega a la ermita donde se comparte un pan conocido como l’auferta. Se asiste a misa y se toma un plato típico a base de conejo y trucha para después bailar jotas y sardanas.
Las fiestas patronales están dedicadas a San Juan, Santa Rosa y San Roque y tiene lugar a finales del mes de agosto. Por último mencionar las fiestas en honor de Sant Enric D’Ossó, el 27 de enero.