Puntos de Interés
Municipio
Manchones
Situado en la margen derecha del río Jiloca, a una altitud de 756 metros, Machones tiene una superficie de 26,8 kilómetros cuadrados y una población que no alcanza los 150 habitantes, conocidos como “manchoneros”.
Para encontrar los orígenes de esta población debemos remontarnos hasta la antigua Comunidad de Aldeas de Daroca, antiguo distrito del Reino de Aragón, a la que se incorporó en 1248 por privilegio del rey Jaime I de Aragón, formando parte de la Sesma del río Jiloca. Según cuentan en el pueblo, el nombre de Manchones podría hacer referencia a la denominación que se da a la zona donde nacen las plantas en los sembrados, o a la parte de la tierra de labor que se deja sin cultivar una vez al año para servir como pasto al ganado.
La seña de identidad de esta localidad es, sin duda, su pintoresco casco urbano asentado sobre una vaguada donde, a partir de la iglesia, se van agrupando las casas, construidas con tapial y ladrillo y piedras de sillería, en distintos niveles. Esta zona es conocida como La Rambla.
En cuanto a los elementos patrimoniales más importantes que podemos encontrar en este municipio destaca la iglesia parroquial. Este templo de grandes dimensiones está dedicado a la conversión de San Pablo y tiene planta de cruz latina con tres naves, bóvedas de luneta y una cúpula octogonal sobre el crucero. Cuenta con una singular torre-campanario, recientemente restaurada, un cristo crucificado tallado en madera de finales del siglo XV, un cáliz gótico y su retablo mayor, de madera sin policromar, con escenas de la vida de San Pablo.
En el municipio también puede visitarse la ermita de la Virgen del Pilar del siglo XVII y la de San Roque y dos hermosas fuentes, consideradas como algunas de las construcciones más notables de Manchones. Una de estas fuentes se sitúa muy cercana al rio y tiene un frontal triangular sostenido por columnas, mientras que la otra, preside el centro del pueblo y se completa con un típico lavadero donde se reproduce el escudo de la localidad. También cabe destacar sus peirones ubicados en las entradas del pueblo: el Peirón de San Gregorio, en el viejo camino de la Vega; el Peirón de San Pablo, en la carretera de Daroca y el Peirón de San Vicente, en el camino que lleva a la estación del ferrocarril de Caminreal.
En cuanto a los aspectos naturales, Manchones ofrece atractivos parajes como los cerros que lo rodean, como el de Vadeager, donde se alza un importante yacimiento celtíbero. Se recomienda visitar la acequia de Monteagudo, que discurre por el margen derecho del río Jiloca, el acueducto sobre la vía del ferrocarril y un molino harinero. Obligada es la degustación de las famosas conservas del municipio, elaboradas con carne, verduras, frutas e incluso de revellones, elaboradas siguiendo la tradición por las amas de casa del pueblo. Igual de famosa es su repostería y el pan. Mención especial merecen los productos derivados del cerdo (como chorizos, longaniza, jamones, morcillas con piñones y los estupendos fardeles, que se hacen, generalmente, con el hígado en crudo).
Manchones celebra fiestas en honor de San Vicente y San Pablo el último fin de semana de enero, además de las fiestas patronales en honor de San Roque que duran cinco días, terminando con la festividad del santo, el 16 de agosto. Un día antes, el 15 de agosto, los lugareños participan de la romería al santo que comienza en el centro de la población y termina con una cena popular en la plaza del pueblo.