Puntos de Interés
Infraestructura
Antigua Estación de La Engaña
En 1951 comenzaron las obras de perforación del Túnel de La Engaña, con el objetivo de atravesar la Cordillera Cantábrica. Sin duda esta fue la obra más emblemática del ferrocarril Santander-Mediterráneo.
Junto a la boca sur del túnel, de casi 7 kilómetros de longitud, aparece la antigua estación de La Engaña. El complejo se proyectó como una estación de servicio, ya que no había ningún pueblo cerca, por lo que solo contaba con almacenes y muelles de carga.
Los edificios que formaban parte del complejo siguen un estilo sencillo y rústico. Fueron construidos sobre una plataforma y en la obra se emplearon materiales como el ladrillo y el cemento, utilizando un recubrimiento de piedra en algunas zonas.
La estación de La Engaña es muy similar a otras estaciones construidas a lo largo de todo el recorrido del Santander-Mediterráneo, como es el caso de Yera y Valdeporres, presentando planta rectangular y un tejado a dos aguas. Carecía de buhardilla, y podía accederse al mismo a través de un pórtico en el que destaca la marquesina sujetada por varias columnas de hormigón.
Vemos otros edificios junto a esta estación, como por ejemplo las ruinas de una pequeña iglesia, construida para dar servicio religioso a los trabajadores empleados en la perforación del túnel y a sus familias, alojadas en el poblado construido para albergarles, en la orilla del río Engaña, entre el túnel y la estación.
También siguen en pie, aunque en un estado ruinoso, la caseta de transformación y el almacén que sólo tuvieron uso durante los años en los que duró la construcción del túnel.
Tras el cierre de la línea y el fin de las obras, la estación que nunca llegó a entrar en servicio, fue utilizada como establo.
Por último, resaltar las obras de canalización del río Engaña, que tuvo que ser desviado para la perforación del túnel y pasarlo después bajo las futuras vías de la estación para seguir su camino por la parte derecha de la misma.