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Municipio
Labra
Con vistas excepcionales al macizo occidental de los Picos de Europa y el Valle de Corao, se alza la localidad de Labra en los fértiles márgenes del río Chico. Se trata de un pueblo que no pasa desapercibido por su riqueza monumental y por las sobresalientes panorámicas que se presencian desde este rincón de la ladera.
En perfecta sintonía con el magnífico entorno natural se asienta la torre de Pendás del siglo XVI. Consiste en una torre señorial estructurada en tres plantas y construida en mampostería. De su función primitiva se conservan las saeteras que se alzan en la torre. Originariamente la torre perteneció a la familia Labra, de la que se conserva su escudo en la fachada de la casona. Hoy es la representación del sector ganadero de Labra y tiene una quesería donde se elabora el queso regional Gamonéu.
Junto a la torre se encuentra el Palacio de Labra del siglo XVII. Se trata de una construcción de estilo barroco rural asturiano. Este palacio perteneció a los Soto Cortés desde el año 1607. En el Palacio de Labra existió una de las mayores colecciones bibliográficas y de antigüedades de España. Entre ellas existía un nutrido conjunto de piezas arqueológicas asturianas en buen estado de conservación y una biblioteca que reunía una amplia variedad de temas como la esgrima, la caza, la hípica, la naturaleza, el arte, así como la arqueología, la arquitectura, la historia y guías de museos y ciudades, entre otros. En la parcela de la casa solar se erige una torre que data de la Edad Media, unida a ella se encuentran la torre occidental y el cuerpo central que las conecta, que fueron añadidas más tarde en la segunda mitad del siglo XVII. El conjunto palacial también incluye la Capilla de Santa Rosa de Vitervo del siglo XVII, que fue desmontada y trasladada piedra a piedra en 1975 desde su emplazamiento original en Corao. Asimismo, para su traslado se desplazó el hórreo que hoy se ve frente a la casona. Hoy este palacio atesora espléndidas esculturas de Salvador Dalí.
Asimismo, Labra cuenta con la Iglesia de San Bartolomé, que fue donada por el Palacio de Labra en el siglo XX. Se asienta sobre una única nave con forma de cruz latina y ábside irregular. Presenta contrafuertes y pórticos laterales que proporcionan un aspecto robusto. Destaca su fachada historicista, su gran espadaña abierta en dos huecos con dos campanas y la cruz latina que corona la iglesia.
Parte del patrimonio de Labra se descubre en las casas que forman el pueblo dado que son admirables ejemplos de arquitectura popular asturiana. Asimismo, además del hórreo frente al Palacio de Labra, existen otros excelentes ejemplos de hórreos y paneras distribuidos por la aldea. Una de las paneras que se encuentran en el pueblo se decora con una campana formada a partir de un obús de la Guerra Civil Española que se utilizaba para reunir al pueblo cuando se estropeó la campana de la iglesia. El lugar donde se reunían era el hórreo “Rumierin” que se encuentra a la entrada del pueblo viniendo por Tárano.
Cabe remarcar la Cuevona de la Caleya, que reside al noreste de la localidad de Labra. Se trata de una cueva natural que sirvió al pueblo de Labra como refugio antiaéreo durante la Guerra Civil Española.
La actividad de Labra hasta el siglo XXI ha sido ganadera, principalmente “en comuña”. Esto significa que se acordaban entre los habitantes los beneficios y lo que se podía obtener del oficio a partes iguales. Además, muchos emigraron a América a por mejores oportunidades. Hoy Labra vive principalmente de la hostelería y por este lugar también circula el Rally de Villa de Llanes, una competición que pasa por Labra desde 1977.
El tercer domingo de septiembre se celebra en Labra la fiesta de los Ramos. Se venera con una misa solemne, una procesión acompañada con música de gaitas y tambores. Posteriormente hay una verbena con orquesta y una sesión de vermut. Además, se ha recuperado la celebración a San Bartolo, santo de la iglesia, en la que se hace en el mes de agosto una procesión al ritmo de gaitas y tambores y una misa solemne.