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Municipio
Benia de Onís
A las puertas de los Picos de Europa se levanta la capital del Concejo de Onís, Benia de Onís. Esta localidad de cerca de 500 habitantes disfruta de un paraíso natural y de un pueblo con mucha riqueza tradicional ganadera, religiosa y etnológica.
Los comienzos de Benia de Onís se dieron en la cueva La Peruyal en Avín, una localidad perteneciente a Benia de Onís que se encuentra al este de Benia. Allí habitaron animales prehistóricos que medraban por los Picos de Europa. Un ejemplo de estos fascinantes seres es una cría de rinoceronte lanudo de hace 40.000 años que ha llegado hasta nuestros días de forma petrificada. Se puede visitar su réplica, entre otras exposiciones más, en el Centro de Interpretación de Fauna Glacial de Avín.
Se sabe que más adelante, sobre el 2.500 y el 1.500 a.C., los humanos hicieron presencia en Benia por la mina El Milagro, localizada en Bobia de Arriba. Se trata de una cueva que los antiguos pobladores explotaron para la extracción de cobre. Es de las primeras minas de las que se tiene constancia en España. Allí se han podido encontrar restos humanos con pigmentos verdes de óxidos de cobre y herramientas de minería como picos de hasta de ciervo, hachas metálicas y crisoles. Además, esta mina fue explotada posteriormente por los romanos.
Previamente a la llegada de los romanos a Benia, existió una tribu cántabra-astur, los vadinienses. Se cree que el propio nombre de Benia puede provenir de los vadinienses, del pueblo de Vadinia. Este pueblo prerromano se asentó en una antigua fortaleza fortificada ubicada a lo alto de un cerro calizo próximo a Benia llamada Castru Cuetu Chico. En el presente se pueden ver sus vestigios como un anillo de piedras derruidas que formaban parte de los muros. Este emplazamiento ha sido recogido en el Inventario del Patrimonio de Asturias.
Tras el enfrentamiento de los vadinienses contra el Imperio Romano en las Guerras Cántabras, se produjo una lenta romanización de Benia que se cristalizó no solo en la cultura, sino también en forma de puentes romanos y una calzada romana que servía para conectarse con otros pueblos.
Parte del patrimonio de Benia se ve influenciado asimismo por la religión, como es el caso de la Iglesia de Santa Eulalia, incluida en el Inventario Arquitectónico del Principado de Asturias. Este templo del que no se tiene constancia de su año de construcción, se sustenta en una planta en forma de cruz latina y coronada por una bóveda de cañón encalada. De su crucero parten dos capillas laterales, la capilla de la Asunción y la capilla de nuestra señora del Rosario, que se ven reforzadas en su exterior por contrafuertes de sillar. De su llamativo exterior destacan su corredor porticado, su arquería ojival encalada y su esbelta torre datada del año 1897, aunque su elemento más atractivo es una majestuosa portada gótica en su entrada norte que puede datarse del siglo XIV. El interior se decora en harmonía con el arco en un estilo arquitectónico gótico, aunque debido a las reformas que se han realizado con el paso de los siglos, se ha ido combinando con otros estilos posteriores.
La Iglesia de Santa Eulalia se ve complementada por la Capilla de San Roque, una pequeña capilla barroca del siglo XVII de nave única, armazón de madera, pórtico cerrado y culminado con un campanario. En su interior guarda un interesante retablo barroco. Cabe destacar que esta capilla fue empleada durante la invasión francesa del siglo XIX como cementerio.
Existe además otro santuario en las afueras de la Benia llamada Ermita del Castru, de sabor popular. Cada 15 de agosto se realiza una procesión, una romería y una misa en honor a la Virgen de Castru. A ello le acompaña la música de las gaitas de la Banda de Gaitas Ciudad Oviedo con aires folklóricos del oriente asturiano.
Cabe mencionar el Centro de Interpretación “Las Montañas del Quebrantahuesos”. Se trata de un espacio para aprender, fomentar y sensibilizarse sobre aspectos ambientales y etnológicos de los Picos de Europa, como la vida de los pastores, el Programa de Recuperación del Quebrantahuesos en los Picos de Europa y la ecología de la fauna local.
Asimismo, Benia conserva magníficos ejemplos de arquitectura popular asturiana con casas y casonas como la casona de Huerta-Niembro de 1680, la Casona de principios del siglo XIX en el barrio de Beniancima o la casa Rectoral del siglo XVIII.
Finalmente, Benia de Onís es cabeza de la ruta gastronómica del queso Gamonéu. Se trata de un queso que se elabora principalmente en el concejo de Onís, aunque también en Cangas de Onís. Su elaboración está regulada por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Gamonéu, ya que disfruta de ser un queso con título de Denominación de Origen Protegida. Puede disfrutarse en el Certamen de Queso de Gamonéu que se celebra en Benia de Onís cada último domingo de octubre, un evento único en el Concejo y en toda Asturias.