Puntos de Interés
Vegetación
Haya
El haya común, Fagus sylvatica, es un árbol de carácter robusto, de tronco recto de color grisáceo o blanquecino que presenta una corteza generalmente lisa y puede llegar a alcanzar alturas de 40 metros. Su copa es ovalada en la parte superior y sus hojas son simples, dísticas y alternas en los tallos de mayor juventud.
Estamos ante una especie bastante longeva que puede llegar a superar los 250 años de vida, aunque su crecimiento es bastante lento. Los ejemplares que crecen aislados pueden presentar diversas ramificaciones en su base dando lugar a un crecimiento irregular.
Es muy típico ver bosques de hayas bastante sombríos y monoespecíficos, como los descritos en las leyendas y cuentos populares. Se trata de una especie muy común que habita en bosques de clima templado y continental, por lo que en Europa esta especie está muy extendida, formando bosques en Grecia, Sicilia o el centro de la Península Ibérica. También son típicos de países como Suecia y Noruega.
Este tipo de árbol necesita suelos frescos y fértiles, normalmente los bosques de haya crecen sobre rocas calcáreas. Necesita igualmente humedad y agua abundante.
Su madera es muy utilizada en la industria maderera y sus frutos muy apreciados por la fauna silvestre. Normalmente encontramos esta especie asociada al uso ornamental en parques y jardines, siendo protagonista absoluto del otoño, cuando sus hojas se tornan rojas y anaranjadas.
Sus semillas son utilizadas en el engorde del cerdo ya que poseen un alto contenido en proteínas y aceites vegetales. Igualmente se emplea su madera en la producción de carbón vegetal y en usos medicinales ya que se ha constatado que su corteza tiene propiedades antiinflamatorias y antisépticas. Las hojas, hervidas en infusión tienen cierto efecto diurético.