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Cultura
Ermita San Pedro de Tejada
Cerca de Puente Arenas, en una colina que se alza a los pies de la Sierra de la Tesla encontramos la ermita San Pedro de Tejada. Se trata de una de las obras arquitectónicas mejor conservada y de mayor relevancia del románico en Burgos.
Originariamente fue construida durante la segunda mitad del siglo IX como iglesia del monasterio de San Pedro de Tejada. Dicho complejo monacal estuvo en funcionamiento entre los años 850 y 1011, momento en el que pasó a depender del monasterio vecino de San Salvador de Oña.
El edificio se estructura en torno a una sola nave de tres tramos con planta en cruz cubierta por dos bóvedas, cuenta con ábside semicircular y una torre sobre el crucero. A esta torre, de planta cuadrada, se accede por una escalera cilíndrica adosada al muro sur que, desde el exterior, se aprecia como una torrecilla cilíndrica.
El interior del edificio da sensación de altura y esbeltez además, aún conserva algunos restos de policromía que indican que en origen esta construcción contaba con elementos decorativos coloridos. El retablo principal, que actuamente se encuentra en el Museo de Burgos, data de lo primera década de 1500 y se atribuye a Fray Alonso de Zamora, un monje del monasterio de San Salvador de Oña que desarrolló un taller de pintura. Las obras de este artista llegaron a trascender del ambito monástico y se consideran joyas del románico pictórico.
Desde el exterior se puede apreciar una fachada sobria y elegante, que se tirúa a los pies del templo. Mención a parte merece su portada. Tres arquivoltas de medio punto se sitúan en el centro de una chambrana que está ornamentada con un típico taqueado jaqués.
Además, ventanas, capiteles y canecillos conservan en muy buen estado los relieves y motivos decorativos que visten el templo. Destacan elementos iconográficos inspirados en la naturaleza, los textos y persojanes bíblicos o la anatomía humana. Característica esta que ha hecho famosa a San Pedro de Tejada donde abundan las tallas biseladas de gran riqueza iconográfica aunque quizá peque de cierta falta de expresión.
En este sentido, y volviendo de nuevo a la portada, se aprecia un pequeño tejado sustentado por ocho modillones que representan a los cuatro evangelistas y el Tetramorfos, aunque son más conocidos los elementos decorativos de muestran escenas eróticas o lúdicas.
Toda esta abundante decoración hace de esta iglesia de Puente Arenas, uno de los conjuntos más sobresalientes del románico hispano.