Etapa 37: Almatret - Flix

Saliendo de Almatret por la calle de Sant Joan en dirección este, el senderista ha de recorrer un pequeño trecho hasta encontrar un llamativo monolito de piedra con una cruz que debe dejar a mano izquierda para tomar el camino forestal situado a la derecha. Este tramo continúa entre cultivos de almendros, hasta que rebasa un depósito de agua y varias antenas repetidoras, distribuidas a ambos lados del camino, antes de llegar al mirador de Pauls y Fatarella. 350 m después, se abandona el camino principal por un ramal que, haciendo un giro de 180º, se aparta a la izquierda y emprende camino hacia el mirador del embalse de Riba-roja y el vértice de Escambrons. Sin embargo, si se quiere seguir el itinerario de esta etapa, 200 m antes de llegar al embalse, ha de dejarse la pista para tomar otra secundaria, a la izquierda.

El Camino Natural desciende ahora por la ladera umbría de Escambrons y después por la arista divisoria, hasta llegar a un ensanche. En este punto se ubica un carril que sale a la derecha y avanza hasta alcanzar los restos de lo que fue Mas Cremat.

Aquí se ha de girar a la izquierda para tomar una senda que, al principio, va por la loma divisoria y, algunos metros más adelante, se inclina hacia la ladera izquierda y comienza a descender, zigzagueante y de forma decidida, por la ladera umbría de un barranco. Será necesario realizar varios giros antes de salir a una pista de firme algo precario, en la cabecera de las primeras fajas cultivadas. Tomándola a la derecha se rodea un pequeño circo que guiará los pasos del caminante hasta el acceso a una pista agrícola de tránsito más frecuente. Pista arriba se llega bajo una pequeña construcción. A partir de aquí, a través de una senda en llano, el camino llega a la cabecera de tres vaguadas en dirección sur, alcanzando, finalmente, una importante pista de reciente construcción.

Se toma esta pista a la izquierda, descendiendo por la vaguada cultivada del barranco de Vall d’Ombrenc y cruzándolo en tres ocasiones antes de salir a un carril asfaltado, muy cerca ya de la orilla del Ebro. En esta situación se puede comprobar cómo, a la izquierda, sigue el Camino Natural en dirección a Flix mientras que, a la derecha, en pocos metros se alcanza el puente de Riba-roja y, por él, la población del mismo nombre (a 1,5 km de este punto).

Ante la vista se yergue sobre una rocalla rojiza la población de Riba-roja, coronada por lo que antiguamente fue su castillo templario y sus murallas. Hoy día el pueblo mantiene una importante zona de huerta y regadío en ambas orillas del Ebro y dispone de servicios. También permite conectar, utilizando el tren, con la etapa 36.1 en Fayón, y seguir por ella hasta Mequinenza.

El camino continúa hacia Flix, tomando desde el cruce el carril de la izquierda, que mantiene una dirección noreste, desechando entradas a casas y campos laterales. Por este itinerario se alcanzan los paredones de Les Sénies –buen mirador ceñido a la orilla del río– y, pasado el Mas de Favó, se asciende un repecho, entrando así en la Reserva Natural de Fauna Salvaje de Sebes, donde se pueden contemplar las hermosas islas de Mauricio y, después, de Querol.

La ruta gira entonces al tiempo que bordea unas fajas de olivar viejo y da paso a un cruce. En la encrucijada se habrá de tomar el vial derecho que desciende a la orilla y que, tras una ruina, se interna entre cañaverales y espesa vegetación de ribera. Una vez rebasada la instalación ornitológica del mirador de les Cigonyes, se llega al aparcamiento de uno de los paseos de la Reserva: la Passera de la Ribera (pasillo que penetra por el marjal hasta un cauce viejo, sombreado de álamos y fresnos, con carrizos y eneas que son refugio de una rica avifauna). Continuando por el camino principal se llega al Mas del Director, antigua masía rehabilitada como centro de interpretación e inicio de otro corto itinerario a un observatorio de aves.

Se avanza por la pista, hacia al este, cruzando el barranco de Sant Joan para volver a la orilla del Ebro. El camino termina en la carretera C-230, que se cruza por un paso subterráneo, junto a una zona industrial y el puente que es a la vez presa del embalse de Flix. Alcanzada la otra margen del Ebro, es posible subir al casco urbano de la localidad siguiendo una calle a la izquierda y, tras cruzarlo por completo, llegar al paso de barca donde se pone punto final a esta etapa.