Etapa 6: Binime.là – Els Alocs

El panel interpretativo de Caminos Naturales situado en el extremo este de la playa de Binime.là marca el comienzo de esta nueva etapa, una de las más exigentes del Camino Natural Camí de Cavalls. El viajero inicia su aventura atravesando este bello arenal y su sistema dunar repleto de biodiversidad. Poco después, se toma el camino que sale del extremo oeste de la mencionada playa siguiendo las ya familiares balizas y superando una de las siempre presentes barreras menorquinas.

Tras un pequeño recorrido se alcanza otra cala de pequeñas dimensiones. Justo en frente, al otro lado del trazado, llama la atención la presencia del estanque temporal de Calasmorts. Se trata de una pequeña laguna de aguas con bajo contenido en sal que, debido a su reducida extensión y elevada temporalidad, conforma uno de los ecosistemas más frágiles de la isla de Menorca.

Una rampa de subida hace presagiar lo que será la tónica predominante durante toda la etapa. Los cinco sentidos vuelven a activarse al llegar a Pregonda donde, además de disfrutar de su ecosistema natural, el viajero lo hará de su espectacular cala. Sin duda un lugar idílico en el que el color turquesa de sus aguas cristalinas es la principal seña de identidad de este conjunto.

La marcha continúa, superando un pequeño tramo de camino ancho al mismo tiempo que el viajero se despide de la Cala Pregonda, momento en el cual el trazado se adentra en una zona con vegetación de mayor porte que se aleja temporalmente de la costa para, poco después, acercarse de nuevo, disfrutando, en esta ocasión, de la Cala Barril: una pequeña cala virgen que invita a relajarse unos minutos en ella.

Tras la Cala Barril se afronta un exigente tramo de subida, no sin recompensa, ya que tras superar la mitad de este tramo el viajero podrá disfrutar de unas espectaculares vistas que reconfortan el alma. Toca superar una nueva barrera menorquina. Al otro lado, un tramo de desniveles más suaves provisto de una nueva representación de matorral mediterráneo donde, con algo de fortuna, se puede observar algún ejemplar de asno balear.

El viajero continúa el ascenso hacia la Punta Cala Calderer, desde la que se divisa la playa homónima, que será el próximo tesoro que descubrir, en esta etapa cargada de sorpresas escondidas. El recorrido desciende hasta la misma arena de Cala en Calderer, cruzándola de este a oeste sin prisa, empleando el tiempo necesario que permita disfrutar de este entorno paradisiaco.

Dejando atrás este bello paraje, y tras superar una nueva barrera menorquina junto a un par de antiguas casas de pescadores, se inicia un nuevo tramo de ascenso. En esta zona el trazado avanza más alejado de la línea de costa alcanzando una antigua construcción de piedra de planta circular, conocida como barraca, usada como refugio en las actividades ganaderas.

Un poco más adelante, una señal indicativa informa de que restan 2,1 km para el final de etapa. Es en este punto cuando el camino comienza su descenso, con el matorral mediterráneo como modelo de vegetación predominante. Tras una nueva barrera menorquina con su correspondiente baliza, el viajero encuentra otra baliza que pone fin al descenso, al mismo tiempo que el camino gana en anchura, con el único fin de completar los últimos metros que separan este punto de la playa de Els Alocs.

La escondida playa de Els Alocs a la que el difícil acceso la dota de un encanto y tranquilidad especial recibe al visitante al mismo tiempo que este alcanza el final de la etapa. Esta playa de guijarros debe su nombre al sauzgatillo (Vitex agnus-castus), arbusto caducifolio muy abundante en la zona y que en catalán se conoce como aloc. Terminada la etapa solo queda disfrutar de este bello rincón, dejando que la magia del lugar se impregne en el viajero.