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Infrastructure
Poblado Portolés (antigua iglesia-escuela)
Pocas infraestructuras ferroviarias hay en nuestro país como el famoso Túnel de la Engaña. La construcción del que fuera el túnel más largo de España durante varias décadas, tenía una longitud de casi 7 kilómetros, supuso 8 años de intenso trabajo.
Una obra de semejantes características, medía 8 metros de ancho y 6,5 metros de alto, hizo necesaria la intervención de mucha mano de obra. Para ello se emplearon obreros libres, pero también, presos de la guerra civil, que trabajaban de sol a sol con el objetivo de reducir sus condenas.
Para la ejecución de este túnel era necesario dar cobijo a todas estas personas, así como a sus respectivas familias, por lo que se construyeron dos poblados junto a las entradas del túnel.
El poblado Portolés, situado en la parte burgalesa, recibió su nombre de la empresa zaragozana adjudicataria de las obras: Portolés y Cía. Lo que comenzó con una serie de barracones para albergar a los obreros, acabó convirtiéndose en una auténtica población en la que no faltaban servicios como un economato, una iglesia que también hacía servicio de escuela para los hijos de los obreros, un hospital y hasta un total de 3 bares. Más de 300 personas llegaron a habitar en este lugar en el que incluso había festividades que solían celebrarse con cine y toros.
Aquí vivía el grueso de los contratados, aunque los ingenieros, de mayor rango, eran alojados en unas casas situadas junto a la estación de Pedrosa de Valdeporres.
Actualmente la naturaleza se ha abierto camino en lo que hoy es un paraje totalmente desolado, en el que la maleza se ha hecho inexpugnable, apoderándose de todos los edificios, como el de la iglesia que, totalmente derruida, apenas conserva sus cruces que nos ayudan a identificarla.