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Hidrografía
Río Gritos

El río Gritos es un curso fluvial que nace en las estribaciones de la serranía conquense.
Este afluente del río Júcar recorre 35,4 kilómetros y atraviesa varias localidades de la provincia, como Olmeda del Rey, Las Valeras o Valverde de Júcar, hasta su desembocadura en el Embalse de Alarcón.
Entre las poblaciones de Valeria y Valera Abajo, en el municipio conquense de Las Valeras, la erosión generada por el cauce del río ha originado un impresionante paraje conocido como la Hoz del río Gritos. Un paisaje visitable, a través del sendero SL-CU 03, que transcurre a orillas del cauce, entre meandros y valles serpenteantes, y permite adentrarse en la fauna y la flora de la zona. Así como contemplar el marco geológico de sus hoces y escarpadas laderas o visitar las antiguas poblaciones del pueblo de Valeria.
El sendero se extiende a lo largo 6,7 kilómetros, paralelo al cauce del río Gritos, y tiene una duración aproximada de 2 horas y 20 minutos, en marcha continua. Este se inicia en el municipio conquense de Valera de Abajo, partiendo desde la ermita de San Cristóbal, y debido a lo abrupto del terreno, no es una senda ciclable.
En cuanto a la vegetación, esta zona se caracteriza por una variedad escasa de especies de ribera como chopos, álamos (populus) o sauces (salix), además de gran cantidad de vegetación de matorral bajo, propia de suelos calcáreos, como el tomillo (thymus), la salvia (salvia), la aulaga (genis scorpuis) o el romero (salvia rosmarinus), y otras especies que como la sabina mora (juniperus phoenicea), crecen en las escarpadas laderas.
En relación a la fauna, la especie avícola que más destaca es la alondra ricotí (chersophilus duponti), ave esteparia que junto al alcaraván (burhinus oedicnemus), el bisbita campestre (anthus campestris), la cogujada montesina (galerida theklae), la ortega (pterocles orientalis) o la curruca rabilarga (sylvia undata) pueblan la zona.
También, anidando en los muros rocosos, podemos encontrar algunas aves rupícolas como el halcón peregrino (falco peregrinus), el alimoche (neophron percnopterus), el águila azor perdicera (aquila fasciata), la chova piquirroja (pyrrhocorax pyrrhocorax) o el búho real (bubo bubo).
Aparte de su interés geológico y ornitológico, el recorrido de este sendero finaliza con el Yacimiento Arqueológico Hispano-romano de Valeria. Una antigua ciudad romana conocida como territorium valeriense que fue fundada por Gaius Valerius Flaccus alrededor del año 90 a. C y que constituyó un importante centro administrativo y político de la Hispania romana durante los siglos I y II d.C.
Está situada sobre un baluarte acantilado, entre los ríos Gritos y Zahorra. Y actualmente se puede visitar parte de las murallas, el antiguo foro romano, el acueducto, las termas romanas, el lapidarium y parte de la calzada romano, además del ninfeo, una fuente monumental de 60 metros, o la Casa Colgada, de la que aún se conservan varias vigas que sobresalen del suelo rocoso, y que sienta un precedente sobre las famosas Casas Colgadas de Cuenca. al.