Puntos de Interés
Vegetación
Viñedos
La región de Castilla – La Mancha constituye el mayor viñedo del mundo con más de 473.000 ha dedicadas al cultivo de la vid. No en vano, los viñedos manchegos representan el 50% de la superficie dedicada a la vid en España y la vendimia supone una de las actividades agrícolas más importantes de esta comunidad autónoma. La rica enología manchega cuenta en total con diez Denominaciones de Origen que abarcan variedades de uva que van desde el tempranillo hasta el airén, pasando por la garnacha –esta última es la más común en la provincia de Toledo y en el entorno de Villacañas-. En la región de Toledo es posible probar algunos de los vinos más prestigiosos del mundo. En esta provincia crecen las vides responsables de la producción de vinos con diferentes Denominaciones de Origen. En total, en Toledo, es posible probar cuatro de las diez que ostenta Castilla – La Mancha: Tierra Castilla; Vinos de Pago, Vino de Méntrida y Vino de La Mancha. De hecho, prácticamente la totalidad de pueblos de esta provincia manchega se encuentra bajo alguna de estas Denominaciones de Origen que protegen la calidad del vino y suponen un sello de identidad y prestigio. Prueba de la calidad del vino producido en esta región de Castilla – La Mancha es que en 2015 una cooperativa vinícola de Villacañas logró el San Francisco Wine Competition, considerado como el certamen de enología más influyente de EE.UU., por una variedad de tempranillo con Denominación de Origen Vino de La Mancha.