Puntos de Interés
Vegetación
Sabina
Se trata de una especie que puede llegar a medir en torno a unos 20 m, aunque lo normal es que mida cerca de 10. Sus hojas, que poseen forma de escama y se encuentran imbricadas, poseen un color verde intenso. En cuanto a su fruto es un gálbulo que suele medir unos 8 mm y es de color azul oscuro o púrpura cuando está maduro y se encuentra recubierto por una capa blanquecina.
Las sabinas se encuentran distribuidas principalmente en zonas de la región mediterránea como España, Francia, Córcega y el norte de África. No obstante, en el caso de nuestro país esta especie está catalogada como flora protegida o amenazada en varias comunidades: Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Cataluña, Madrid, Murcia y Valencia.
Se trata de una especie bien adaptada al clima continental, por lo que, normalmente, sustituye a ejemplares como la encina en aquellos lugares en los que las temperaturas son más altas y las sequías más intensas. No tiene demasiados problemas en relación a la altitud del terreno, ya que puede crecer entre los 300 y los 2.000 m. Tampoco requiere de un tipo de suelo específico, aunque suele preferir los calizos y suele adaptarse bien en aquellos pobres y pedregosos.
En relación a la explotación de esta especie sobresale fundamentalmente la utilización de su madera. Se trata de una materia prima que posee un aroma balsámico característico gracias a los aceites esenciales de este árbol, así como por su resistencia a la podredumbre. Estos rasgos han hecho que esta madera sea una de las preferidas para la elaboración de muebles y parqué. De hecho, el nombre científico de esta especie (Juniperus thurifera) significa “productora de incienso”, en referencia a esta madera aromática.