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Cultura
Esquileo de Santillana
Se trata de un rancho edificado en el municipio de Revenga en el siglo XVIII por el marqués de Iturbieta. Durante este siglo llegaron a existir en esta localidad segoviana hasta tres infraestructuras de este tipo que tenían capacidad para esquilar anualmente a 77.000 ovejas. Su estructura se basa en un patio central donde se encontraba el rancho en el que se esquilaba el ganado. Junto a este existían una serie de lonjas en las que se almacenan los vellones que después eran llevados a los lavaderos. La parte superior del edificio estaba dedicada a vivienda para los dueños, que durante los meses de intenso trabajo de esquilado –normalmente en mayo- se desplazaban hasta aquí para supervisar las tareas.
Además del edificio principal, esta infraestructura estaba dotada de una serie de instalaciones destinadas a abastecer las necesidades de los cientos de trabajadores que llegaban a concentrarse en este entorno durante el esquilado. Así existían, por ejemplo, cuatro fuentes, panadería, refectorio e incluso cocina.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, con el fin del consejo de Mesta y la progresiva decadencia de la trashumancia, este edificio, como todos los dedicados a estos usos en nuestro país, perdió parte de su sentido. Con los años quedó abocado a otros usos secundarios como, por ejemplo, encerradero de ganado o cantera. Actualmente el edificio se encuentra abandonado y en proceso de ruina.