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Centro de Interpretación del Ferrocarril en Extremadura
La antigua estación de tren de Hervás, construida a finales del siglo XIX, formaba parte del Ferrocarril de la “Vía de la Plata” y estuvo en funcionamiento durante más de 90 años. Esta infraestructura supuso un importante motor económico para la zona, impulsando el comercio de muebles, vino, castañas y frutas. Además la ubicación geográfica y los recursos acuíferos hicieron de Hervás un punto estratégico para el éxito de la línea, ya que su estación, de Tercera Clase, era clave para el abastecimiento de las máquinas a vapor.
Con estos antecedentes no es casual que actualmente, el que fuese antiguo edificio de pasajeros, albergue el Centro de Interpretación del Ferrocarril. Integrado dentro de la Red de Museos de Identidad de Extremadura, la finalidad de esta institución es analizar y divulgar la importancia que supuso la llegada del ferrocarril a Extremadura, al Valle del Ambroz y a Hervás, y como fue la evolución del mismo.
A través de la exposición el visitante podrá conocer, paso a paso, cómo fue la construcción de la línea férrea que discurría en paralelo a la Vía de la Plata uniendo norte y sur siguiendo los pasos que, hace 2000 años, marcaron las antiguas vías romanas. Los documentos gráficos y las proyecciones disponibles ponen de manifiesto la incomodidad de los primeros viajes, en los que el hollín de las calderas se colaba por todas partes y los rígidos asientos de madera no ayudaban mucho a que fueran confortables.
Poco a poco, y según atestiguan las imágenes, el ferrocarril cambio. Nuevos diseños, motores diésel más potentes y gran oferta de servicios lograron mejorar la calidad de los viajes. Aquí queda patente que el tren marcaba las horas en Hervás. Formaba parte de las costumbres y la vida de sus habitantes. La estación era un lugar de encuentro, un lugar bullicioso, lleno de vida. Muchas familias vivían del ferrocarril: como la del jefe de estación, sus ayudantes, los oficiales de la construcción y mantenimiento de vías y también de los comerciantes de la zona, como los que fabricaban cestos y muebles.
Con la figura del pasajero como hilo conductor, sigue el recorrido por la historia de este medio de transporte y de la línea de la Vía de la Plata que finalmente finalizó sus servicios porque, al parecer, no era rentable. Son muchos los recortes de prensa y los testimonios colgados en las paredes de este museo que muestran grandes manifestaciones para evitar el cierre de la línea. El movimiento y la conciencia popular crecieron considerablemente pero no se pudo evitar que más de 40 familias tuvieran que marcharse o dedicare a otros oficios.
En 1996 cesó el transporte de mercancías por esta línea, en el 85 ya se había suspendido el transporte de pasajeros. El cierre de la Vía de la Plata supuso su declive económico toda la zona y sobre todo de Hervás, dejando 60 kilómetros de vías muertas cargadas de historia donde el tiempo se ha detenido.
La visita a este museo merece la pena y permite al visitante contemplar las fotografías y antiguas maletas cargadas de historias que allí se exponen junto a carteles y señales antiguas de RENFE. También es posible escuchar los pitidos de las locomotoras entrando a la estación. Y para los amantes de los trenes, todavía se conserva allí una vagoneta balancín, conocida entre los ferroviarios como “zorrilla” y que pertenece al dueño del Albergue para Peregrinos de la Vía de la Plata, situado en el antiguo muelle de carga de la estación.
La entrada a este museo es gratuita y está abierto de martes a sábado de 10:00 a 13:00 horas y de 16:00 a 19:00 horas. Los domingos de 10:00 a 13:00 horas.