Puntos de Interés
Municipio
Fuentidueña de Tajo
Este municipio está situado al sureste de la Comunidad de Madrid, en la comarca madrileña de Las Vegas y en la comarca histórica de la Alcarria de Chinchón.
Hay vestigios de pobladores en el término municipal desde la antigüedad, como la tribu carpetana de los barcilenses o restos romanos como columnas, monedas o una lápida con la inscripción multio portio.
Los primeros documentos sobre asentamientos en la zona hablan de la fortaleza de Alarilla, punto estratégico durante el dominio musulmán de la región, alrededor de la cual surgió un núcleo urbano. Tras la conquista cristiana de esta plaza se terminó abandonando en favor de la población que se fue estableciendo alrededor del castillo de los Piquillos, que se había construido al otro lado del río para poder ser usado también como residencia (residió en él Alfonso VI junto a una de sus mujeres, la princesa Zaida hija del rey moro de Sevilla).
Durante un tiempo el pueblo fue conocido como Fuentidueña de Ocaña por depender del arzobispado de esa localidad toledana) dándole Fuero de Mercado 1328 y declarándola Villa. La villa pasa a formar parte de Madrid en 1833, tras la división provincial de Javier de Burgos.
La situación de la localidad ha supuesto su significado estratégico a lo largo de la historia como paso casi obligado en dirección a Castilla-La Mancha y Levante a través del paso del río Tajo. Aparecía en los repertorios de Juan de Villaluga (1546) en el itinerario de Valencia a Madrid, pasó por aquí uno de los Caminos de Postas y el término municipal (y el núcleo urbano) es atravesado por la Cañada Real Soriana Oriental.
Entre su patrimonio religioso destaca la iglesia de Santiago Apóstol, construcción barroca del siglo XVII sobre una antigua capilla del siglo XII o la ermita de la Virgen de la Alarilla (Patrona de la localidad), a unos 3 km del núcleo urbano, construida en el solar donde se encontraba la fortaleza de Alarilla.
Sus fiestas patronales son en honor a la Virgen de Alarilla (segundo fin de semana de septiembre, aunque las celebraciones comienzan la semana anterior) con una romería y la tradicional “Embarcación” de la Virgen (la Virgen vuelve al pueblo por el río en una barcaza decorada) y en honor a San Andrés (hacia el último fin de semana de noviembre, de menor entidad que las anteriores).