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Cultura
Torreón medieval de Masegoso
Al pie de la calzada romana que unía Astorga con Zaragoza a su paso por Masegoso, en el despoblado del municipio de Pozalmuro, se levanta el torreón medieval de Masegoso.
Junto a las construidas en La Pica, Aldealpozo, Castellanos del Campo y Noviercas, pertenecía a una red defensiva que recorría la frontera cristianomusulmana. Hoy día forman parte de la conocida como Ruta de los Torreones.
En el caso que nos ocupa, estamos ante una torre de planta rectangular y perfil troncopiramidal con 18 metros de altura que se reparten en cuatro pisos más una terraza que se comunicaban a través de escaleras de mano.
Está construido con tendeles de mampuestos y mortero, alternados con hiladas de lajas para mejorar su estabilidad. Los muros se levantaron con la ayuda de andamios de madera anclados en la pared mediante almojayas. El basamento es macizo con pronunciada escarpa hasta casi los 3 m.
Como ocurre con el resto de construcción similares en la zona, la planta baja era utilizaba como almacén o calabozo. El primer piso servía de cuerpo de guardia a una pequeña guarnición, y en él se abre la puerta de entrada, orientada hacia el sureste y constituida por un arco de medio punto en sillería. En el segundo piso se localiza una aspillera orientada al oeste con el objetivo de facilitar su ventilación e iluminación. Y por último la terraza que actualmente no conserva restos de sus almenas originales y desde donde la guardia realizaba sus funciones de vigilancia y comunicación.
Alrededor de este se organizan distintas ruinas, entre las que destacan los restos de la iglesia de San Esteban que albergó un coro de madera policromada de estilo mudéjar del siglo XIII que actualmente está en el museo de Arte Sacro de Ágreda. Encontramos, además, una fuente-pozo de origen romano, protagonista de la leyenda que explica el motivo de la desaparición es este asentamiento. Según narra esta historia, existió un joven que, celoso y resentido por el rechazo de la mujer que amaba, decidió envenenar el agua de la fuente con sapos negros venenosos. De esta leyenda se ha realizado una adaptación titulada El fantasma de Masegoso, que es representada por vecinos de la zona cada mes de agosto.