Puntos de Interés
Municipio
Maó/Mahón
La capital de Menorca atesora una historia milenaria en la que se entrecruzan conquistas, incursiones piratas (como el ataque de Barba-roja, uno de los episodios más dramáticos de la historia de la ciudad) y asentamientos de varios pueblos (fenicios, griegos y turcos).
Aunque bajo la ciudad se han encontrado restos talayóticos muy antiguos y en los alrededores existen gran cantidad de poblados prehistóricos, sería un general cartaginés el que fundó esta población en un promontorio en la orilla sur del puerto. Fue el hermano del conocido Aníbal, Magón, que bautizaría la población con su nombre. Posteriormente, con la llegada de los romanos su denominación pasaría a ser Portus Magonis o Magona y, después de eso, pasaría a manos de vándalos y bizantinos.
Durante toda su historia, debido a su estratégica posición en el mar mediterráneo, fue codiciada por muchos pueblos como normandos y musulmanes que lograron mantener su poder en la isla varios años. Otros pueblos, llegaban hasta el monumental puerto con intención comercial, como era el caso de griegos y fenicios o, cartagineses, que engrosaban sus ejércitos con la habilidad de los honderos menorquines.
A pesar de todo ello, se podría indicar que la actual ciudad de Mahón comienza con el castillo que el rey Alfonso III mandaría fortificar tras la conquista musulmana. La villa seguiría su desarrollo y expansión superando su recinto amurallado, lo que haría necesario construir un segundo cinturón de murallas, entre los que se encuentran rodeadas sus pintorescas calles. Paseando por ellas, podremos contemplar toda la riqueza del legado histórico acumulado en estos siglos de existencia, así como las diferentes arquitecturas y monumentos que son testigos de la impronta dejada por los numerosos pueblos que han pasado por la isla. Este es el caso de los británicos, que capturaron la isla en 1708 y mantuvieron su hegemonía durante setenta años en los que el puerto de Mahón se convertiría en una base naval británica.
Vestigios de todo ello son algunos de las construcciones más emblemáticas de la capital menorquina. La fortaleza de Mola, en la bocana del puerto, el bastión de Sant Roc, puerta principal de la muralla o la Iglesia de Santa María, con su espectacular órgano de 3.120 tubos del siglo XIX. Otro elemento característico de la ciudad de guarda en el Ayuntamiento, y no es otro que el reloj que trajo el gobernador inglés Richard Kane.
Sin ir muy lejos también se pueden visitar otros monumentos como el Fuerte Marlborough o el yacimiento talayótico de Talatí de Dalt, así como el maravilloso paisaje lunar que rodea el Faro de Favaritx.
A finales de la década de los cincuenta, comienza a introducirse el turismo en la isla revolucionando la economía de Menorca. La explosión vivida en las últimas décadas, algo tardía, deja sin embargo un punto bastante favorable y es que la urbanización del litoral no ha causado muchos trastornos en la costa, preservando la mayor parte de sus playas y calas prácticamente vírgenes.
En cuanto a las festividades de la villa, indicar que entre el 6 y el 9 de septiembre, tienen lugar las fiestas patronales en honor de la Virgen de Gracia. Durante las mismas tiene lugar el tradicional "jaleo", en el que más de 150 caballos de raza menorquina van entrando de 4 en 4 en la plaza del ayuntamiento y la gente los hace saltar lo que se denomina "el bot".
Algunos datos curiosos: Menorca fue declarada Reserva de la Biosfera en 1993 y de aquí es originario Sergio Llull, jugador de baloncesto español que ha ganado, entre otras cosas, el Mundial de Baloncesto con la Selección Española.