Puntos de Interés
Orografía
Puerto de Maó
Es uno de los puertos naturales más grandes del mundo y el más grande de la isla con más de 5 km de longitud que, junto su profundidad, le permiten ser puerto comercial, turístico e industrial.
Desde el siglo III a.C ha sido utilizado como puerto, dado que, su configuración natural, ofrecía refugio a los barcos, siendo base de numerosas flotas de guerra. Los vestigios encontrados confirman la existencia de instalaciones portuarias desde el siglo XVII. Incluso en diversos documentos encontrados se ha referencia al muelle del Castillo de San Felipe o del fondeadero de la Caleta.
Sus aguas comprenden los municipios de Maó y Es Castell y, dada su situación estratégica en mitad del Mediterráneo, se ha dado a lo largo de la historia que Menorca cambiara de manos varias veces a lo largo del siglo XVIII.
Situadas en la parte central del puerto encontramos las islas del Rey y del Llatzaret o Quarentena. En la primera de ellas todavía perduran construcciones datadas del siglo 1793. En esta isla desembarcó Alfonso III en 1287 y en ella se encuentran los restos de una basílica paleocristiana y del antiguo hospital militar británico, lo que hizo que la isla fuese conocida como The Bloody Island.
Carlos III, conde de Floridablanca mandaría instalar en la segunda isla el primer lazareto de Mahón desde 1490 hasta 1817. Esta decisión estuvo motivada por la llegada a las costas menorquinas de la peste bubónica a través de los barcos procedentes de Oriente y el norte de África. Actualmente en ella se celebran simposios y congresos científicos.
La entrada del puerto estaba protegida en la bocana norte por la torre de Sant Felipet, en la isla del Llatzaret; la fortaleza de La Mola o de Isabel II y la torre de la Mola, en la península de la Mola, mientras que en la bocana sur quedan los restos del castillo de Sant Felip, del fuerte Marlborough y de la torre d´en Penjat.