Puntos de Interés
Infraestructura
Puente de Vadocañas
Se trata de un viaducto de origen romano que une las regiones de Cuenca y Valencia pasando sobre las aguas del Cabriel en un espacio protegido conocido como Parque Natural de las Hoces del Cabriel –catalogado como Reserva Natural en su vertiente manchega–. Se cree que tiempo atrás existieron otros puentes no tan robustos como el que hoy es posible contemplar en este enclave, que pudieron ser incluso de madera en algún momento, y que se vinieron abajo como consecuencia de alguna de las riadas del Cabriel.
El viaducto que ha llegado hasta nuestros días data del siglo XVI y estuvo en uso hasta el siglo XIX. Fue utilizado a diario por carreteros que recorrían este paso fronterizo entre La Mancha y Valencia para transportar mercancías desde una región a otra. Además durante siglos fue un punto estratégico, ya que sirvió como aduana entre los reinos de Aragón y Castilla.
El puente está construido en piedra labrada y se encuentra cimentado con las mismas rocas que es posible hallar en las márgenes del río. Su único ojo posee unos 33 m de luz, lo que lo convierte en uno de los puentes de estas características más grandes no solo de España, sino también del continente europeo.
Las aguas del Cabriel en este punto son bastante suaves, lo que permite el baño durante el periodo estival. En sus aguas es posible observar especies como la trucha, el blenio o la nutria, que ha encontrado en este paraje de las Hoces del Cabriel un enclave perfecto en el que habitar, mientras que en las laderas aledañas del río la gran protagonista es la cabra montés, una de las especies mejor adaptadas a este escarpado entorno de las Hoces del Cabriel.