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Municipio
Deltebre

En la comarca del Baix Ebre, en concreto en el margen izquierdo del río Ebro y próximo a su desembocadura, se encuentra el municipio de Deltebre, cuyo nombre se debe a su ubicación.
Según los lugareños, nunca existió una población como tal, debido a la inestabilidad de la zona. Según los expertos, sin embargo, los primeros pobladores fueron los moriscos, tras la conquista cristiana de Tortosa en el siglo XII, ya que el delta era la principal fuente de recursos para los vecinos de esta ciudad. Durante las primeras décadas del siglo XVIII, debido a la creación de los primeros canales de riego, los asentamientos temporales comenzaron a estabilizarse dando lugar a las pedanías de Jesús y María y La Cava, ambas pertenecientes a Tortosa. En 1818 se construyó la primera iglesia de San Miguel para los habitantes de La Cava, cuyo nombre hace referencia a una antigua acequia. De esta primera iglesia no queda constancia actualmente.
Para estas pedanías el siglo XX fue muy relevante debido a la construcción, en los primeros años de este siglo, de los canales de riego que permitieron el desarrollo del cultivo del arroz, actividad que, junto con la acuicultura, han sostenido su economía. Otro hecho relevante fue la inauguración en 1927 del Carrilet, un puente que permitió la conexión de los habitantes con el exterior del delta, pues hasta el momento la comunicación y transporte de mercancías se realizaban por vía fluvial.
La unión de las pedanías de Jesús y María y La Cava, a la vez que su segregación de Tortosa el 10 de mayo de 1977 (fecha que se conmemora cada año en las fiestas de la localidad), dieron lugar al municipio de Deltebre. Por ello Deltebre cuenta con dos parroquias: la parroquia de L´Assumpió de María, que pertenecía a la pedanía de Jesús y María y cuyas fiestas mayores se celebran en agosto, y la parroquia de San Miguel de La Cava. Ambos templos se constituyeron a mediados del siglo XX con estilos que recuerdan al neorrománico.
Actualmente Deltebre tiene una superficie de 107 km2 en los que se encuentran las islas de Gràcia y Sant Antoni, además de la desembocadura oficial del río Ebro. Su población asciende a 12.000 habitantes y tiene una fuerte economía basada en el sector agroalimentario, (destacando el cultivo de arroz), y en el turismo, gracias en parte a la gastronomía de la zona y a los servicios naturales que ofrece el Parque Natural del Delta del Ebro, entre los que se encuentran las playas de Riumar y de la Marquesa, la Bahía y el Faro del Fangar o la estación biológica del Canal Viejo, donde se pueden divisar muchas de las aves que visitan el parque cada año.