
Puntos de Interés
Cultura
Ermita de Ntra. Sra. de Bonastre
A 7 km de la localidad de Quinto en dirección Fuentes de Ebro, se halla la ermita de Nuestra Señora de Bonastre. La construcción aparece sobre un promontorio junto a la carretera de Castellón (N-232) y rodeada de pinos (Pinus halepensis) y algunos cipreses (Cupressus sempervirens).
Cuenta la tradición popular que, mientras pastoreaba las ovejas de su patrón por el monte La Tosqueta, un joven pastor se topó con una imagen de la Virgen y el Niño Jesús en medio una resplandeciente luz. A su regreso a Pina de Ebro el joven notificó de su hallazgo al dueño del rebaño y a los de vecinos de la villa. La congregación acudió de inmediato al lugar a comprobar las palabras del pastor y ante la imagen se arrodillaron para adorarla.
La talla de madera fue llevada a la parroquia local de donde desaparecería misteriosamente al poco tiempo. Una vez más el mismo joven volvió a encontrar en el mismo lugar a la Virgen y al Niño, solo que esta vez dio la noticia en Quinto. Fue de este modo que las gentes del lugar entendieron que la Virgen no quería moverse de allí y por ello decidieron levantar una ermita en el lugar. Desde aquel momento la imagen pasó a ser conocida como Nuestra Señora de Bonastre (del aragonés bon-astre, buena estrella) en alusión al favor divino con el que contó el joven pastor que la descubrió.
Actualmente la imagen de la Virgen con el Niño Jesús que se encuentra en esta ermita no es aquella que apareció ante el pastor, sino que data de 1980, cuando la anterior imagen fue robada y nunca pudo ser recuperada. No obstante, aquella databa de 1940, pues su predecesora, de al menos 100 años de antigüedad, desapareció durante los convulsos días de la Guerra Civil. La propia ermita de Nuestra Señora de Bonastre sufrió daños en el conflicto y tuvo que ser reconstruida y encalada de nuevo, aunque conservando su estilo original barroco.
Cada Lunes de Pascua los vecinos de Quinto realizan una romería hasta la ermita para celebrar misa en honor a la Virgen de Bonastre y al milagro que allí obró. Tras el solemne oficio se sucede una comida campestre, si el tiempo lo respeta, en las inmediaciones del templo.