Cultura

Julióbriga

En la comarca de Campoo al sur de Cantabria, a 917 metros sobre el nivel del mar, donde hoy encontramos la localidad de Retortillo, se ubicaba la ciudad romana de Julióbriga, cuyo nombre quiere decir Ciudad Fortificada de Julio.

Fue fundada en la primera mitad del siglo I a.C por la Legio IV Macedonica tras su victoria en las Guerras Cántabras, en las que los romanos se enfrentaron a cántabros y astures en su proceso de romanización de la Península Ibérica. Al poco tiempo de su creación Juliógriga se convierte en una de las urbes con mayor relevancia del norte peninsular debido a su estratégica posición entre la meseta y el Puerto de la Victoria, actual Santander.

En Julióbriga se desarrollaron actividades civiles y administrativos de los que aún quedan restos en el yacimiento. Los cuales indican que las culturas que allí vivieron compartieron costumbres como el cultivo de cereales, el uso de hórreos y la ganadería bovina.

Durante los siglos I y II la ciudad alcanzó su máximo apogeo porque por aquí pasaba una calzada que unía esta ciudad con Portus Victoriae Luliobrigesnsium (Santander), Pisoraca (Herrera de Pisuerga) y Portus Blendium (Suances) cuyo trazado comparte con la actual Autovía de la Meseta. Sin embargo, en el siglo III comenzó un periodo de decadencia en el que la villa fue abandonada, hasta que en el siglo XII se edificó una iglesia que indica que la zona fue usada como aldea.

Actualmente en el yacimiento se pueden visitar el foro romano de la ciudad, sobre el que ubica la citada iglesia, las villas romanas de los Morillos y los Mosaicos y el museo Domus Romana donde se ha reproducido una villa, similar a las existentes en el siglo I en Julióbriga, en la que se pueden apreciar los detalles de la vida cotidiana de una familia acomodada.