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Infraestructura
Antigua estación de Murero
Los restos de la antigua estación de ferrocarril de Murero-Manchones han quedado como vestigio de un bullicioso pasado en el que por aquí discurrían los trenes del tramo ferroviario Calatayud-Valencia, más conocido como “el tren del Jiloca”, inaugurado en 1902 y desmantelado en los años ochenta del siglo XX.
Estamos ante lo que queda de una antigua construcción perteneciente a la inconclusa línea ferroviaria del Santander-Mediterráneo, que daba servicio al municipio aragonés de Murero. El objetivo de este servicio era el de unir la costa cantábrica desde Santander con el Mediterráneo a través del puerto de Sagunto.
En 1920, las diputaciones de Burgos, Santander, Soria y Zaragoza impulsaron los tramos centrales del ferrocarril Santander-Mediterráneo. Sin embargo, el que fuera uno de los proyectos ferroviarios más ambiciosos de nuestro país nunca llegaría a completar su trazado. La inestabilidad política de los primeros años del siglo XX unida a la escasa rentabilidad de la línea y los numerosos problemas técnicos surgidos, hicieron que no se terminase, dejando incluso sin completar la conexión con Santander a falta de 35 km de vía.
El cese definitivo de esta línea se produjo en 1985 y con él las infraestructuras ubicadas en los tramos inaugurados hasta ese momento, quedaron condenadas al olvido. En el caso de la estación de Murero aún quedan en pie algunos de los edificios de los que estaba dotada, como el edificio destinado a la recepción y espera de pasajeros y otra pequeña construcción cercana en la que se situaron los baños públicos.
Finalmente, el usuario puede realizar un alto en el camino en el área de descanso que hoy se encuentra al lado de esta vieja infraestructura, en la que, además de cartelería interpretativa, podrá hacer uso de los aparca bicis y de las mesas que allí se disponen.