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Vegetación
Morera de Cangas de Foz
La morera negra es un tipo de árbol procedente del suroeste asiático –se cree que de alguna región en la actual China-, aunque es cultivado en la cuenca mediterránea desde hace siglos y cuya altura oscila entre los 10 y 13 m. Se diferencia de la morera blanca fundamentalmente por sus hojas, que los aficionados a la botánica podrán distinguir al tacto, ya que en el caso de la morera blanca es más gruesa y rugosa. No obstante, ambas son utilizadas para alimentar a los gusanos de seda.
Los frutos de la morera negra, que son comestibles, tienen un color negro púrpura y se agrupan en torno a sus hojas formando racimos parecidos a los de una mora de zarza y que botánicamente recibe el nombre de sorosis. Las moras son comestibles incluso cuando no han madurado y son un alimento especialmente rico en vitamina C, por lo que su jugo ha sido utilizado históricamente para la elaboración de jarabes dedicados fundamentalmente a aliviar inflamaciones de garganta. Además esta especie posee otras utilidades, ya que la corteza de su raíz ha sido usada históricamente como laxante y para combatir problemas intestinales. Con respecto a su madera, se considera de buena calidad y, al igual que la de la morera blanca, es empleada en labores de ebanistería porque resiste bien la humedad.
En el caso concreto de esta morera negra de las Cangas de Foz, en el litoral lucense, se trata de un ejemplar con especial importancia para la biodiversidad de la zona, motivo por el que ha sido incluido en el Catálogo gallego de árboles singulares. Es un árbol apreciado especialmente por los vecinos del concejo de Cangas, dado que son muchas las generaciones que se han criado viéndolo crecer en las inmediaciones de la iglesia de San Pedro.