
Puntos de Interés
Municipio
Villamayor
En los verdes márgenes del río Piloña se asienta la parroquia de Villamayor. Este pueblo situado aproximadamente a 20 km respecto de Cangas de Onís, es un lugar monumental de pasado histórico y enclavado en un sublime territorio en plena naturaleza.
Esta localidad de la Asturias interior es morada de monumentos tan icónicos de la región como el Monasterio de Santa María de Villamayor. Se trata de una construcción del siglo XII-XIII originariamente de fábrica románica de la que se conserva su cabecera y el arranque de la iglesia. Se levanta sobre una única nave coronada por una bóveda de cañón y una bóveda de cuarto de esfera en el ábside. De la construcción son especialmente interesantes el ábside y la ornamentación con motivos vegetales en sus capiteles. Desde sus orígenes ha tenido diversos usos, comenzando como un monasterio de monjas benedictinas y como posada a aquellos feligreses que hacían la peregrinación a Santiago de Compostela, pasando por ser un cementerio hasta la desamortización de Mendizábal y posteriormente fue una cárcel para convertirse de nuevo a una escuela a partir de 1910. Hoy esta joya de monumento es digna de su conservación, por lo que disfruta de la condición de Bien de Interés Cultural y Monumento Nacional.
Junto al Monasterio se levanta la Parroquia de San Pedro del siglo pasado. Este Bien de Interés Cultural de Asturias sustituye a su predecesora del siglo XVIII. Se irgue sobre una única planta en forma de cruz latina y gracias a su bóveda de lunetos presenta una gran iluminación natural. En su exterior luce una espectacular torre-campanario adosada a la puerta de entrada. Dentro se conserva un interesante retablo de estilo neobarroco procedente del taller asturiano de Félix Granda.
Además de la arquitectura religiosa, Villamayor acoge otros monumentos como la Casa de Pastrana. Construida en 1851, de la que destaca el corredor de madera tallada, sus aleros y canecillos románicos. Pero sin duda, lo más remarcable de la casa es una lápida funeraria de orígenes romanos ubicada en su fachada. Consiste en un epitafio dedicado a Oculatio, que nos ayuda a saber que Villamayor tiene una historia milenaria. Dice así: Monumento a Oculatio Segisamo, hijo de Cangilo, de la gente de los viromenigos, de 30 años. Esta estela fue encontrada junto al río Piloña y se colocó en la fachada de la casa en el año 1865, desde entonces permanece ahí.
Asimismo, existen otra serie de edificaciones de finales del s. XIX y XX de estilo indiano de aquellos habitantes de Villamayor que emigraron a América. Entre ellas se exhiben obras del arquitecto Manuel Busto Delgado como el Palacio de Sotiello, la Casa de Emilio Lozana o la Casa de los Villanueva. Incluso antes del siglo XX se llegó a tener un casino en las calles del pueblo a raíz de estas influencias. Por otro lado, existen bonitos ejemplos de casas de arquitectura asturiana popular con detalles arquitectónicos como los corredores, las galerías, o las portaladas, al igual que otras estructuras asturianas como los hórreos, las paneras y las calles empedradas.
Un atractivo más de la localidad es la ruta de Modesto Montoto. Este personaje fue un artista que reflejó mediante el arte de la fotografía la sociedad rural asturiana mediante retratos, paisajes o fotografía urbana. Vivió la mayoría de su vida en Villamayor y a través de esta ruta se pueden observar diez puntos donde se puede descubrir la ciudad de mano de la vida de Modesto Montoto. También es digna de visitar una ruta situada en el denso bosque próximo a Villamayor que llega a la Cascada del Chorrón. Se trata de una senda corta entre helechos y un frondoso arbolado lleno de castaños de indias, avellanos y robles. Acompañando al Río Pequeño se llega a una sensacional chorrera localizada en una cúpula natural. Habiendo llegado a la Cascada del Chorrón, se puede continuar la ruta subiendo unos escalones que dan a un paisaje idílico sobre las laderas de las montañas.
Como anécdota, Villamayor es el lugar de nacimiento del concepto de Chupa-Chups, un caramelo de éxito internacional. Es aquí donde su inventor Enric Bernat diseñó la idea de esta aclamada piruleta. Por último, Villamayor festeja durante varios días el Corpus Christi con procesiones, misas solemnes y actividades lúdicas. Asimismo, celebran a mediados de noviembre una castañada en la plaza del Ayuntamiento, con música, juegos infantiles y por supuesto con reparto de castañas.